4 Indicadores: ¿Tienes Madera de Coach?
Un gran poder viene con una gran responsabilidad. Si bien es cierto que en los últimos 3 años, el término "Coaching" ha visto incrementada su popularidad, desafortunadamente también ha aumentado la "prostitución" del mismo en ventas absurdas como "ven, hazte Coach y sé dueñ@ de tu propio negocio" o bien "ven, hazte Coach y obtén un mejor ingreso/puesto en tu profesión". ¿Desde cuándo aprender algo, sea ciencia o esoterismo, hace millonaria a una persona de la noche a la mañana? ¿desde cuándo la magia hace sueños realidad? ¿desde cuándo cualquier persona puede convertirse Coach?
Tras obtener mi certificación en 2013, me dí a la tarea de compartir impresiones con otras personas - dentro y fuera de mi grupo - que igualmente alcanzaron la certificación. Sorprende que, a la fecha, un 90% de las personas que cursaron un programa de certificación de Coaching acabaron peor que como iniciaron: más desorientad@s, más confundid@s, más frustrad@s. Su expectativa general era que - erróneamente - esperaban que el Coaching les ayudara a solucionar su vida. Dicho en otras palabras, que les resolviera sus problemas de trabajo, pareja, familia, etc. En mi caso, yo buscaba en el Coaching herramientas que me permitieran "destrabarme" de obstáculos para poder seguir adelante - y como cangrejo para atrás. Es por esto que considero altamente irresponsable que quienes venden estos programas de certificación siguen sin valorar el perfil de la persona que lo quiere tomar; tristemente, sólo se preocupan por hacer dinero con el alumnado ignorando la calidad del mismo para la certificación.
Aquí en Arayashiki® Enterprise Masteries, hacemos lo contrario. Parte de nuestra misión es formar líderes de alta calidad. Todo Coach, por sobre cualquier cosa, debe contar un con perfil de Liderazgo. Es decir, l@s buen@s candidat@s para convertirse en Coach son aquellas personas que tienen en prioridad crear nuevas realidades por sobre resolver problemas; personas que ven hacia adelante - y ya no hacia atrás - para lograrse más, significarse más, gozarse más en el camino al éxito por el proceso y no por el resultado. Como ejemplo, te comparto 4 indicadores con los que tú mism@ puedes cuantificar qué tanta madera tienes como Coach:
- Visión: ¿Cuál es tu sueño? ¿Cuál es color, aroma, sonido, textura y sabor? ¿Qué tan buen@ eres describiendo tu sueño para tí mism@? ¿Coincide con el nivel de detalle que cuentas a l@s demás? Un sueño sin detalles es como hablar sin palabras: difícilmente alguien te entendería. Es por esto que un indicador para ser un buen Coach es desarrollar tu habilidad de visión sobre una situación futura - alias, meta. Cuanto mejor aprendas a crear, describir y detallar ésa nueva realidad futura, mejor será tu conducción (Coaching) hacia la misma.
- Pasión: ¿Qué tan buen@ eres para vender tu sueño? ¿Qué emoción es la que contagias a l@s demás para que te apoyen? ¿Qué acciones son las que te resultan en inspirar a otr@s para que también sigan por el camino que te has trazado? La pasión es el combustible emocional que te hace seguir adelante, levantarte tras cada tropiezo en lugar de tirar la toalla. Es tener siempre presente el 'para qué' - y no 'por qué - estás haciendo eso que te hará lograr lo que tanto has soñado.
- Coraje: ¿Qué tan buen@ eres para aceptar tus errores en público? ¿Qué tan cómod@ te sientes con dicha transparencia? ¿Qué tan firme eres para cambiar el rumbo cuando te has dado cuenta que ibas por el camino equivocado? ¿Cuál es tu nivel de resiliencia ante los obstáculos más monstruosos y amenazadoramente devastadores? Si bien cierto que la pasión es útil para vender tu sueño, también es verdad que el coraje - en conotación de 'valor' - es lo que te hace permanecer en el proceso de hacer realidad dicho sueño - o bien ¿cómo esperas despertar/rescatar el coraje en otr@s cuando no fallas en lograrlo contig@ mism@?
- Ética: ¿Qué tan buen@ eres para distinguir lo correcto de lo incorrecto? ¿Cómo distingues el bien del mal? ¿Cuál es tu estrategia para identificar valores y definir principios? Como bien nos heredó Confucio, la ética es hacer lo correcto aún cuando nadie esté mirando.
Si eres Mujer o un Hombre dadivos@ ;-) muy probablemente conoces la marca "Coach". ¿Cuál es su logo?
Exacto, un carruaje del siglo XIX; de ésos que eran tirados por caballos y guiado por un conductor. De ahí viene la palabra Coach: cochero - el que conduce el carruaje. El cliente (coachee) se sube al coche, le dice al cochero (coach) a dónde quiere ir (meta) y éste - por medio de preguntas - identifica cuáles son las alternativas (estrategia) para llegar ahí, se las propone al cliente (coachee) y así éste puede decidir más asertivamente qué camino (proceso) recorrer llegar a su destino (logro).
Así, tod@ Coach tiene necesariamente que ser - o querer ser - también un Líder. Es por esto que el Coaching no es para tod@s. Transformarse en Coach es lo mismo que transformarse en Líder: tiene que ser por convicción, no por condición - por decisión propia, sin factores o personas externas que lo condicionen. Coaching es saber visualizar la meta; es saber abrirte camino para llegar a un destino; es saber lidiar con los obstáculos; es saber contagiar a otr@s con ése coraje y determinación que superará cualquier adversidad en pos de crear una nueva realidad para mejorar - y no tanto solucionar - tu calidad de vida. Y ahora que sabes el tamaño de la responsabilidad, dime ¿tienes madera de Coach?
@Eligio Merino | www.eligiomerino.com | linkedin@eligiomerino.com