(#47) Lo lamentable de liderar a través del miedo ...

(este post refleja mi propia opinión)

Me permito arrancar este post con una secuencia de la película "Return of the Jedi", la tercera de la saga original de Star Wars, donde Darth Vader y un funcionario del Imperio discuten sobre un retraso en el Cronograma de la construcción de la Estrella de la Muerte ...

Moff Jerjerrod: Lord Vader, es un placer inesperado. Nos honra su presencia.

Darth Vader: Puede prescindir de las galanterías, comandante. Estoy aquí para ponerlo de nuevo en fecha.

Jerjerrod: Le aseguro, Lord Vader, que mis hombres están trabajando tan rápido como pueden.

Vader: Tal vez pueda encontrar nuevas formas de motivarlos.

Jerjerrod: Le aseguro que esta estación estará operativa según lo previsto.

Vader: El Emperador no comparte su visión optimista de la situación.

Jerjerrod: Pero pide lo imposible. Necesito más hombres.

Vader: Entonces quizá puedas decírselo cuando llegue.

Jerjerrod: [visiblemente aterrorizado] ¿Viene el Emperador?

Vader: Así es, comandante, y está muy disgustado con su visible falta de progreso.

Jerjerrod: Redoblaremos nuestros esfuerzos.

Vader: Eso espero, comandante, por su bien. El Emperador no es tan permisivo como yo.

Hace unos días, en un almuerzo distendido con algunos colegas y amigos, empezamos a recordar a personajes poco felices que habíamos conocido a lo largo de nuestras carreras. Como todos pasamos los 40 hoy en día, muchos de estos personajes los sufrimos hace bastante tiempo, cuando estábamos iniciando o promediando nuestras carreras. Cuando nos referíamos a ellos, como eran personajes distantes en el tiempo, muchas veces decíamos que "eran otros tiempos" para justificar su accionar. Por supuesto, eran otros tiempos, ya que la mayoría de las anécdotas que nos contamos en ese almuerzo tenían mínimo 10 años. Sin embargo, lo triste es que su penoso recuerdo sigue en la mente y el corazón de todos nosotros. Me pregunto como se sentirían ellos si supieran el horrible recuerdo que evocan.

Recorriendo un poco el bestiario conocido por todos, encontramos toda una serie de personajes que hoy parecen salidos de una película tragicómica, pero eran muy reales. Algunos ejemplos ...

• El que tenía un rictus pétreo, un ceño tan apretado que dolía solo de verlo, que apagaba cualquier conversación sólo al presentarse en el entorno.
• El que quiso despedir de inmediato a un empleado porque se había presentado a trabajar con pantalones de jean, sólo para saber luego que era un externo.
• El que metió tanta presión a uno de sus empleados que le provocó un ataque de pánico que hasta el día de hoy piensa si no fue un ACV leve y que se salvó de algo peor por poco.
• El que le decía a un empleado, con su esposa gravemente enferma, que deje de poner a su esposa como excusa por no cumplir ciertas fechas y otros compromisos.
• La que provocaba temor en todos sus colaboradores, pero que, sostenida en su efectividad, continuaba causando estragos y recibiendo denuncias por maltrato.
• El que exigía su cafecito, diario a horario y no recuerdo que otras cosas a su secretaria, y que, en caso de no estar a horario, no le dirigía la palabra el resto del día.

La reunión fue super jugosa en personajes y cuánto más ahondábamos, más truculentas las anécdotas. Existen formas malas de liderar y seguramente todos caímos en algunas de las malas formas en algún momento u otro, pero creo que el liderazgo por el miedo es la más insufrible de todas. Lo más triste de todo es que, posiblemente, muchos de estos personajes no tenían otra arma más allá de esa capacidad de generar miedo a su alrededor. El miedo tiene (o tenía) esa capacidad, aparentemente, de cancelar momentáneamente la necesidad de otras habilidades, al menos en algunos contextos. Hubo un momento, parece, que un personaje generador de miedo podía realizar toda una carrera solamente valiéndose de esta única habilidad.

Las películas están llenas de personajes que lideran con el miedo. La historia, no hace falta ni decirlo, también. Actualmente, en todo el mundo, tenemos líderes que lideran con el miedo. Lamentablemente, en el ambiente organizacional, hemos tenido muchos de estos. Más lamentablemente aún, creo, todavía quedan algunos dando vueltas por ahí en algún lugar u otro. Pero quién se lleva la peor parte, me parece, es el generador de miedo. Su personalidad y el estilo elegido lo condenan por mucho más tiempo de lo que él o ella pueden creer.

Más allá de todo lo que pudimos (o podemos) haber sufrido personajes que nos lideraron a través del miedo, creo que la peor parte se la llevan ellos. En general, su miedo está sostenido no sólo en su personalidad atemorizante, sino en una situación de poder que, como todas, en algún momento se termina, tal como se le terminó al Emperador en la saga de Star Wars. En ese momento, el generador de miedo se queda solo, se va de la organización, o queda con alguna función secundaria hasta el final de su carrera. Pero hay algo peor, porque los recuerdos sobre ese generador de miedo vivirán en la mente y los corazones de muchas personas por muchos años, y creo que no hay nada más triste y miserable que ser recordado décadas después como un ser desagradable cuya herramienta principal de liderazgo era el miedo.