5. El éxito de la colaboración
Había colocado la piedra de arenisca negra justo en el centro de la pilastra, a la altura de los ojos. Estaba seguro de que llamaría la atención de todos los que entrasen en la catedral a rezar o a buscar silencio. Efectivamente destacaba de entre las piedras de arenisca blanca todas de similar aspecto. El cantero llevaba muchos años seleccionándolas una a una y dejando entre medias el espacio suficiente para que lucieran solas. Lo importante era la elaboración de la argamasa. A este hacer dedicaba las primeras horas del día, los primeros rayos del sol que solían ser los más despejados. Sabía que la piedra negra tenía sus cosas, menor resistencia, más maleable, dificultad para aguantar presiones, y una mala adaptación al cambio, sin embargo la colocó en el sitio dónde más lucía. En realidad el cantero sabía que el trabajo colaborativo de todas, independientemente de como fueran, mantendría en pie la columna y que el trabajo cooperativo les ayudaría a mantenerse juntas. La integración de todos los miembros de una empresa es lo que permite que las catedrales no se caigan. La inclusión lo que permite que avancemos y la diversidad lo que permite las genialidades.