5 Objetivos claves que puedes medir al tener un tercerizador logístico
La logística juega un papel fundamental en el éxito de una empresa, con el aumento de la globalización y la demanda de entregas rápidas y eficientes, muchas compañías están optando por tercerizar sus servicios logísticos. Pero, ¿cómo puedes asegurarte de que esta decisión está realmente beneficiando a tu empresa?
1. Reducción de costos operativos
Uno de los principales beneficios de contratar un tercerizador logístico es la reducción de costos operativos. Medir este objetivo implica comparar los costos logísticos antes y después de la tercerización. Esto incluye gastos de almacenamiento, transporte, gestión de inventario y mano de obra. Al evaluar estos costos, podrás determinar si el tercerizador está cumpliendo con su promesa de ahorro.
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2. Mejora en los tiempos de entrega
La rapidez en la entrega es crucial para la satisfacción del cliente. Un buen tercerizador logístico debe mejorar los tiempos de entrega y asegurar que los productos lleguen a tiempo. Para medir este objetivo, puedes realizar un seguimiento del tiempo promedio desde que se recibe un pedido hasta que se entrega al cliente.
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3. Incremento en la satisfacción del cliente
La satisfacción del cliente es un indicador clave del desempeño logístico. La puntualidad en las entregas, el estado de los productos y la capacidad de resolver problemas rápidamente son factores que impactan directamente en la percepción del cliente sobre tu empresa.
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4. Optimización de la gestión de inventario
Un tercerizador logístico eficiente debe ayudarte a gestionar tu inventario de manera más efectiva, reduciendo los niveles de stock y minimizando el riesgo de roturas de stock o excesos de inventario. Medir este objetivo implica analizar cómo ha cambiado la gestión de inventario desde que se empezó a trabajar con el tercerizador.
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5. Aumento de la escalabilidad
La capacidad de escalar operaciones rápidamente es una ventaja competitiva. Un buen tercerizador logístico debe permitirte aumentar o disminuir tus operaciones según la demanda, sin comprometer la calidad del servicio. Medir este objetivo implica evaluar la flexibilidad y rapidez con la que tu tercerizador puede adaptarse a cambios en la demanda.
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