5 pasos esenciales para fomentar la democracia desde el trabajo

La democracia no solo se practica en las urnas; también debe ser promovida y defendida en todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo los lugares de trabajo.

Por ello comparto 5 acciones esenciales para inculcar algunos de los valores democráticos en nuestras organizaciones, en especial ahora, en donde el mundo es testigo de prácticas antidemocráticas que no solo podrían comprometer la sostenibilidad económica de los negocios, sino muy especialmente, la paz y tranquilidad de nuestros colaboradores.

Fomentar el Respeto y la Tolerancia

La democracia se basa en el respeto y la tolerancia hacia las opiniones y derechos de los demás. En nuestros lugares de trabajo se traduce en un ambiente donde cada voz es escuchada y valorada, promoviendo la colaboración y el entendimiento mutuo.

Fomentar una cultura democrática en nuestras organizaciones no solo contribuye a la moral y la cohesión del equipo, sino que también impulsa la innovación y la creatividad, ya que los colaboradores se sienten libres de compartir ideas y soluciones sin temor a ser ignorados o reprimidos.

Por ejemplo, podemos implementar reuniones regulares donde todos los miembros de nuestros equipos tengan la oportunidad de expresar sus ideas y preocupaciones. Estos momentos de inclusión aseguran que cada persona se sienta valorada y contribuye a la creación de un entorno organizacional más productivo y armonioso.

Desarrollar el Pensamiento Crítico

Un componente clave de la democracia es el pensamiento crítico, la capacidad de analizar y evaluar información de manera objetiva, y de tomar decisiones justas y consensuadas. En el ámbito laboral, esto se refleja en una mayor y mejor participación, pero sobre todo, en una mayor aceptación de las decisiones que sean tomadas.

Por ejemplo, en una reunión de equipo, se puede fomentar el pensamiento crítico alentando a los empleados a plantear preguntas y considerar diversas perspectivas antes de tomar una decisión importante. Esto podría incluir la realización de una sesión de lluvia de ideas donde se evalúen diferentes enfoques y soluciones a un problema, asegurando que cada miembro de nuestros equipos tengan la oportunidad de expresar sus ideas y argumentos, y así llegar a una decisión bien fundamentada y consensuada.

Promover la Participación Activa

La participación activa es la esencia de la democracia. En el ámbito laboral, esto implica involucrar a los colaboradores no solo en el cumplimiento de sus responsabilidades y tareas, sino también en la formulación de políticas que impactan su entorno de trabajo y en la solución de problemas que surjan. Esto fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad, además de enriquecer el análisis de los desafíos laborales, aprovechando la valiosa perspectiva de quienes están directamente implicados en los procesos.

Un ejemplo sencillo de cómo implementar la participación activa en el trabajo podría ser a través de la creación de un comité rotativo de colaboradores que se encargue de revisar y sugerir mejoras en los procedimientos internos de la organización. Este comité podría reunirse periódicamente para discutir temas como la optimización de procesos, la mejora del clima organizacional, o la implementación de nuevas prácticas que beneficien a todos. Así, los colaboradores tienen una voz activa en las decisiones que podrían afectar su motivación y desempeño, lo que puede llevar a una mayor satisfacción y eficiencia en el trabajo.

Garantizar la Igualdad y la Inclusión

La democracia exige igualdad de oportunidades y la inclusión de todos los individuos, independientemente de su origen, género, raza, preferencia sexual o religión. Este principio es fundamental para construir una sociedad más justa y equitativa. En el lugar de trabajo, esta premisa se refleja en la implementación de políticas de igualdad y diversidad que buscan garantizar que todos los empleados sean tratados con equidad y respeto, tal y como lo establecen los objetivos de desarrollo sostenible.

Por ejemplo, se pueden llevar a cabo programas de formación en sensibilización y anti-bias, en favor del respeto a las diferencias y la no aceptación de comportamientos injustos. Así podríamos informar y formar a nuestros colaboradores sobre la importancia de la diversidad y cómo prevenir la discriminación. Estas iniciativas no solo promueven un ambiente de trabajo más inclusivo, sino que también fomentan una cultura organizacional que valora y respeta las diferencias individuales.

Fortalecer la Transparencia y la Responsabilidad

La transparencia y la responsabilidad son pilares fundamentales de la democracia, ya que aseguran que las decisiones se tomen de manera justa y abierta, y que aquellos en posiciones de poder sean responsables ante la comunidad. En el ámbito laboral, esto se traduce en la necesidad de que las decisiones y los procesos sean claros, íntegros, transparentes y accesibles para todos los colaboradores.

Por ejemplo, una empresa podría implementar mecanismos de consulta y reporte en los que se expliquen las decisiones importantes que afectan a los colaboradores y la organización, como cambios en las políticas o en la estructura organizativa. Además, los líderes deben estar dispuestos a responder preguntas y explicar el razonamiento detrás de estas decisiones, asegurando así que todos los miembros de los equipos comprendan y confíen en los procesos organizacionales. Este enfoque no solo fomenta un ambiente de trabajo más abierto, sino que también fortalece la confianza y el compromiso de todos los miembros de una organización.

Impulsar los valores de la democracia desde el trabajo es vital para el desarrollo de una sociedad democrática y sostenible. Al fomentar el respeto, el pensamiento crítico, la participación activa, la igualdad y la transparencia, estamos preparando a las futuras generaciones para ser ciudadanos responsables y líderes éticos.

Es nuestra responsabilidad como profesionales y educadores asegurarnos de que estos valores estén integrados en todos los aspectos de nuestras vidas, contribuyendo así a un mundo más justo y democrático, para mitigar el surgimiento de actitudes dictatoriales que solo traen miseria al mundo.

Invito a todos mis colegas, líderes organizacionales y empresariales, así como a emprendedores y educadores, a que reflexionemos sobre cómo podemos promover activamente estos valores en nuestras organizaciones, así como a compartir nuestras experiencias, estrategias y lecciones aprendidas, para inspirar a otros.

La democracia va más allá de ser un simple sistema de gobierno; es una manera de vivir que podría ayudar en la prevención de comportamientos populistas, autoritarios, coercitivos y hasta terroristas.

Diego Díaz Martín

Experto en Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental

@DDiazMartin