5 recomendaciones para equilibrar tus emociones mientras trabajas

Algunas veces no es tan sencillo mantener el equilibrio emocional mientras trabajas. Se nos olvida que somos humanos, que tenemos emociones y que hay situaciones que nos afectan tales como: recibir un regaño, cometer una equivocación o tener varias responsabilidades a la vez. 

Queremos ser como una máquina indestructible, estar al 100% y dar todo lo mejor pero la realidad no es así. Somos afectados por la falta de motivación, la ansiedad y en muchas ocasiones por bloqueos mentales que no nos permiten ser creativos, organizados y nos llevan a un punto en el que no sabemos por dónde comenzar. 

Muchas de estas reacciones se deben al estrés provocado por una sobrecarga de trabajo o a un desequilibrio en la relación trabajo/vida. Se manifiestan a través de la ira, la irritabilidad o una gran susceptibilidad en la cual malinterpretamos todas las instrucciones que recibimos.  Sin embargo, en lugar de aceptarlo y aprender a manejar nuestras emociones, nos culpamos por no lograr lo suficiente y no estar acorde a la expectativas, que muchas veces son creadas por nosotros mismos.

Hace mucho años leí que los correos no tienen emociones, nosotros les damos el tono dependiendo si ese día estamos felices o molestos.

Por tal razón, aquí te brindo 5 consejos que me han ayudado a manejar mis emociones mientras trabajo:

1. Respirar y mover el cuerpo: Tomar una pausa de 5 a 10 minutos. Que sea el momento de comer una fruta o hidratarte. Pararte de la silla, pasamos muchas horas frente al computador y esto genera tensión en el cuerpo.
2. No caigas en los dulces o en la comida chatarra: La ansiedad nos consume y buscamos conseguir placer en alimentos con demasiada azúcar o grasa, bajo la premisa de que mejoran nuestro estado de ánimo pero al final afecta nuestro rendimiento.
3. Pon música que te guste: Cuando me siento desmotivada, escucho canciones que me pongan en buen ánimo o comienzo a escuchar podcasts motivacionales. 
4. Evita la queja: Por más que nos quejemos de la situación no se va resolver. Todos los inconvenientes se convierten en aprendizaje. Lo mejor es enfocarse en la solución y no en el problema. 
5. Estar consciente de tus habilidades: En los momentos de crisis, es cuando más tenemos que creer en nuestras capacidades. Esto nos permite enfocarnos y priorizar las tareas. 

Recuerda que siempre tenemos la decisión y la responsabilidad sobre nuestras emociones.

Comencemos a normalizar que habrá días en qué seremos super productivos y otros en que nos costará un poco más pero al final está en nosotros buscar las herramientas para canalizar nuestras emociones y siempre dar lo mejor.