5 señales de alarma para que no se quede relegado en la era digital
Mucho se ha conversado en los últimos años sobre lo que es o no el tan sonado término de la transformación digital. Algunos hablan de la necesidad de actualizar los sistemas de información, otros comentan sobre los nuevos modelos de negocios y sus impactos en la organización y otros tantos se atreven a indicar que es una de las tantas tendencias del “Management” que terminará más temprano que tarde.
Lo cierto es que hoy muchas compañías han entendido, que los retos alrededor de la nueva era digital, del consumidor 2.0 y de la cuarta revolución industrial son mucho más que entender si se está o no a la moda, y es más una decisión estratégica para continuar siendo vigentes en los próximos años.
Pero ¿Cuáles son los hechos concretos para una compañía, para saber que la transformación en la era digital está pasando por el frente de sus oficinas y además de que no se están dando cuenta, está perdiendo la oportunidad de obtener sus beneficios? A continuación 5 (cinco) señales de alarma para que se detenga a pensar si su estrategia es la correcta:
1. Las inversiones en tecnología no obtienen los retornos esperados:
Así como cuando se compra un vehículo deportivo para solamente disfrutarlo de camino al trabajo, es el hecho de comprar la última tecnología para resolver problemas que posiblemente no estén impactando realmente su negocio, sus procesos y más importante a su cliente. La transformación en la era digital, parte de la definición de una estrategia disruptiva y que cambia la forma en que venimos haciendo las cosas, para atender de mejor manera un mercado, ser más eficiente en los procesos que soportan la cadena de valor y empoderar a sus empleados para que aporten más a su organización, entre otros.
Cuando la estrategia está clara y el roadmap de impactos, beneficios y oportunidades es conocido, es cuando se deberá entonces identificar las herramientas y habilitadores digitales/tecnológicos que ayudaran a implementar mejor estos cambios.
2. Sus más jóvenes talentos rotan y cambian de trabajo con facilidad
Uno de los grandes desafíos para las organizaciones es lograr administrar, empoderar y motivar a la generación de los conocidos como “millennials”. Esta generación está lejos de motivarse por el dinero y los tradicionales incentivos, y espera encontrar en la compañía para la cual trabaja, aspectos que la comprometan profundamente y que le permitan explotar todo su potencial al sentirse parte de una familia, comunidad o idea de negocio, permitiéndole cumplir sus propios retos y planes.
Uno de los pilares de la transformación en la era digital, es lograr encadenas todos estos talentos bajo un mismo objetivo, cambiando aspectos culturales, de formación, de incentivo e inclusive de participación de todos los colaboradores de una organización, generando las sinergias necesarias que finalmente se vean reflejados en amantes de una marca, e influenciadores internos que ayudan a promover el mensaje hacia el mercado.
3. La fidelidad en su marca se ha visto reducida, así como los buenos comentarios
El cliente 2.0 espera una relación con su empresa mucho más personalizada, casi que particular. Todos los modelos de marketing y ventas pensados para las masas y el volumen se han ido quedando atrás, ya que los clientes son cada vez más exigentes no solo de buenos productos, sino de experiencias únicas y memorables. La fidelidad hacia una marca hoy se construye, a partir de relaciones cercanas y de la superación de expectativas.
Colocar al cliente como el centro de la estrategia, entendiendo que son ellos a quienes hay que convencer de que “tenemos la mejor propuesta de valor”, es prácticamente el ejercicio de enamoramiento persona-a-persona, donde aquellos que logren transformar su manera de “encantar” y capturar el amor de su cliente, serán los vigentes vencedores para las próximas décadas.
Estas relaciones hace mucho tiempo dejaron de enfocarse en los buenos precios, promociones y ofertas, para trabajar sobre el dialogo bidireccional, la co-innovación, las experiencias y el servicio.
4. Sus competidores y productos sustitutos pareciera que se multiplicaron
La democratización de muchas tecnologías, así como el modelo de comercio global, ha permitido que competidores que están al otro lado del planeta, puedan ofrecer sus productos y portafolios a mejor precio, mayor calidad e inclusive con una mejor promesa de servicio. En este punto, se cree erróneamente que competir con precio se vuelve la única opción, ya que la propuesta de valor no es diferenciada o apreciada por el cliente.
Se hace entonces necesario, revalidar el modelo de negocio y encontrar los diferenciales que convierten nuevamente la propuesta en única, para salirse del océano rojo y encontrar un nuevo océano azul, donde la compañía vuelva a posicionarse, para permanente estar reinventándose cuando sea necesario. Un gran ejemplo de este punto lo fue Kodak hace unos años, quien jamás pensó verse a punto de la bancarrota por la competencia menos pensada: los teléfonos inteligentes con cámara.
Las brechas se han cerrado, y se debe actuar coherentemente en lograr el cambio, y dejar de seguirle echándole “la culpa a la vaca”, como lo indica el libro de Jaime Lopera Gutierrez y Marta Inés Bernal Trujillo.
5. Su página web y sus redes sociales no generan ventas ni son visitadas
Tener una página web y que esta sea “responsive” para que pueda ser consultada en cualquier dispositivo, está lejos de ser una estrategia digital. Tener redes sociales para no superar el 1% del total de sus clientes convertidos en seguidores, tampoco demuestra ser la mejor ruta en el camino digital. Antes de pensar en un portal, una APP, o redes sociales, debe tener clara la estrategia que quiere comunicar. ¿A quiénes queremos llegar? ¿Qué queremos decir? ¿Cómo lo debemos informar? Etc.
El contenido es actualmente el mayor activo disponible para potenciar cualquiera de estas herramientas y por ende al negocio. Un buen contenido, lo convierte en un referente de un tema, producto o servicio, y adicionalmente genera un tráfico en sus diferentes soluciones, que hacen que el cliente se interese por conocer más de usted y finalmente de su portafolio. Solo conociéndolo y entendiendo de lo que es capaz de transformar en una experiencia memorable, logrará captar su atención.
Si su compañía está pasando por algunas de las anteriores señales, es hora de que haga un alto en el camino y entienda que el proceso de Transformación en la era digital está tocando a su puerta.
Anímese a invitarla a pasar!!!.