A 50 años de la Unidad Popular: El rol del diseño gráfico en la construcción de la identidad gráfica y visual chilena
Los procesos de transformación y los movimientos sociales en Chile tienen una dilatada trayectoria si bien, cabe destacar que, desde la aparición del Frente Popular, en los años 30 hasta el auge del sindicalismo, hacia los años 50 o 60, el diseño es una herramienta de acompañamiento del movimiento. Pero hacia mediados de los años 60, el diseño gráfico vive una eclosión destacable. Son los años de las protestas estudiantiles y la radicalización de movimientos sociales tanto campesinos como de trabajadores. En este periodo empieza el proceso de nacimiento de un lenguaje visual que, aún a día de hoy, reside en el acervo simbólico de la población chilena.
Hoy, 18 de septiembre, el Dieciocho, día de las Fiestas Patrias chilenas, día de la independencia, recordamos el proceso de crecimiento de esta identidad visual en Chile.
La elección de Salvador Allende en 1970 no fue un hecho aislado, sino el resultado de un movimiento social que llevaba décadas gestándose en Chile. Desde las luchas obreras y campesinas, pasando por el auge del sindicalismo, hasta la creciente influencia de los movimientos estudiantiles, la sociedad chilena de mediados del siglo XX estaba marcada por una profunda búsqueda de igualdad y justicia social. En ese contexto, el diseño gráfico emergió como una herramienta esencial para articular estas demandas.
Los artistas gráficos de la época, influenciados por los movimientos sociales globales y por las vanguardias artísticas, encontraron en la Unidad Popular un espacio fértil para expresar visualmente las aspiraciones de una nueva sociedad. A través de carteles, murales y publicaciones, estos artistas contribuyeron a la construcción de una identidad visual colectiva que promovía los ideales de la revolución socialista.
Movimiento estudiantil
Los movimientos estudiantiles de finales de los años 60, como la toma de la Universidad Católica de 1967, fueron fundamentales para la evolución del diseño gráfico en Chile. Entre otras estudiantes de dicha toma se encontraban Pepa Foncea y Lucía Wormald, entre otros. Estos movimientos demandaban una educación más alineada con las necesidades sociales y económicas del país, impulsando una generación de diseñadores comprometidos con el cambio social. Ya en años de la Unidad Popular, figuras como Foncea y Wormald, dos de las primeras diseñadoras gráficas formadas en Chile, comenzaron a emergir y a participar activamente en proyectos vinculados a la reforma educativa y social promovida por el gobierno de Salvador Allende.
Los movimientos estudiantiles jugaron un papel crucial en el desarrollo del diseño gráfico durante este período. Las universidades, especialmente la Universidad de Chile y la Universidad Católica, se convirtieron en centros de producción gráfica y experimentación visual. Los estudiantes utilizaban técnicas como el cartelismo y la serigrafía para crear afiches y propaganda política.
En los aspectos de su composición, los diseñadores emplearon todos los recursos de innovación que estuvieron a su alcance y que provenían de diversas fuentes de la práctica del diseño y las artes, a consecuencia de la complejidad que adquirió la disciplina. El dibujo fue depurado hasta extremos que consiguieron romper con los simples moldes de la caricaturización, dotándolos de expresión. La exageración de las extremidades aportó un dramatismo que dejó muy atrás las iniciales fuentes de inspiración del realismo de origen soviético y del grabado chileno de los artistas plásticos de la década del sesenta, como Carlos Hermosilla, José Venturelli y Pedro Lobos. Una muestra de este virtuosismo es prácticamente toda la serie de carteles de la Polla Chilena de Beneficencia diseñados por Waldo González y Mario Quiroz.
Destacar los trabajos de Waldo González, quien siendo profesor de la Escuela de Canteros de la Universidad de Chile, formó una dupla creativa con Mario Quiroz. Juntos realizaron algunas de las obras más genuinas del cartelismo chileno, caracterizada por su tipografía vistosa, tratamiento de la imagen icónica y reconocido manejo de las formas y perspectivas.
Ámbito editorial
El diseño editorial experimentó una renovación durante la Unidad Popular. Editoriales como Quimantú, nacionalizada por el gobierno de Allende, jugaron un papel fundamental en la democratización de la cultura mediante la publicación de grandes obras de la literatura, de formato pequeño y accesible a todo tipo de economías familiares, revistas culturales como Onda o las revistas de cómics Cabrochico y El manque. De modo que, el proyecto Quimantú tenía el objetivo de llegar a todos los sectores de la sociedad chilena, hecho que, sin duda logró – menos a aquellos hogares donde no quisieron, claro está –. En este punto es muy importante y es imperativo destacar la labor de María Angélica Pizarro – quien fue sin lugar a dudas una de las primeras mujeres en destacar en el campo del diseño gráfico en Chile y abrió puertas a este mundo a tantas otras diseñadoras – así como artistas gráficos de la talla del Mono González.
Ámbito institucional
El diseño gráfico se integró de manera significativa en las instituciones gubernamentales durante la Unidad Popular. Un ejemplo emblemático es el proyecto Cybersyn, una revolucionaria apuesta tecnológica que buscaba controlar la información económica proveniente de todos los rincones de Chile durante la Unidad Popular.
Pepa Foncea quien, como decíamos al principio, estuvo en las protestas y la toma en la Universidad Católica, llegó a ser una diseñadora destacada y es en esta época cuando logra sus primeros hitos profesionales. Por ejemplo, al participar en el diseño de la Graficación de la Información Económica para la Sala de Operaciones de Cybersyn o Synco. Su trabajo en este proyecto innovador demuestra la intersección entre diseño, tecnología y política durante este período. Asímismo, hay que hablar de la creación de los Símbolos para la Señalización del edificio UNCTAD III en 1971, en la que participó Foncea junto a su grupo de trabajo.
También me gustaría citar a uno de los diseñadores gráficos más relevantes de Chile, como es Santiago Nattino Allende, quien participó en el gobierno de la UP como jefe del Departamento de Divulgación del Servicio Agrícola y Ganadero.
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Comunicación corporativa
La comunicación corporativa también experimentó cambios significativos durante la Unidad Popular. Las empresas estatales y las cooperativas necesitaban nuevas identidades visuales que reflejaran los valores del gobierno socialista.
Vicente Larrea, junto con su hermano Antonio Larrea y Luis Albornoz, fundaron en 1966 la oficina de diseño "Larrea". Durante el período de la Unidad Popular, produjeron más de 150 afiches culturales y sociales, así como 100 carátulas de discos para la Nueva Canción Chilena. Su trabajo fue fundamental en la creación de una identidad visual para el movimiento cultural asociado a la Unidad Popular[6].
Conclusiones
La producción gráfica de este período de la historia chilena es inabarcable. Aquí nos hemos ceñido a la producción editorial per se, pasando muy por encima del cartelismo y el ámbito editorial. No se han mencionado todos los diseños de la producción discográfica, comunicación política, etc.
El diseño durante la Unidad Popular se caracterizó por su compromiso social, su innovación estética y su capacidad para comunicar ideas complejas de manera accesible.
La influencia de este período en el diseño gráfico chileno ha sido duradera. Muchos de los principios y técnicas desarrollados durante la Unidad Popular continúan inspirando a diseñadores contemporáneos. En 2023 se presentó la exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño en el Centro Cultural La Moneda y recoge el testimonio y el legado de este ineludible período en la historia del diseño gráfico chileno. El conocimiento de esta exposición, junto con la fecha destacada de hoy, han inspirado el presente artículo.
En conclusión, el período de la Unidad Popular representó un momento de gran creatividad y compromiso social en el diseño gráfico chileno. Los diseñadores de la época no solo crearon piezas visualmente impactantes, sino que también contribuyeron a dar forma a un proyecto político y social a través de su trabajo. Este legado continúa siendo estudiado y valorado hasta el día de hoy y sirve, aún hoy día, como ejemplo y espejo – no sólo para nuevos movimientos sociales – si no para mucha producción gráfica actual en Chile.
Que tengan un buen Dieciocho, chilenas y chilenos. Un abrazo
Bibliografía y referencias:
Propietaria en La Cerverina d"Art
3 mesesEstoy de acuerdo, muy interesante.