6 CLAVES para ofrecer una formación que sea útil para tu equipo

6 CLAVES para ofrecer una formación que sea útil para tu equipo

La formación es necesaria en cualquier organización. Contribuye a que los profesionales actualicen sus conocimientos y adquieran otros nuevos para seguir desempeñando su trabajo con calidad y/o para que puedan asumir nuevas funciones dentro de la empresa.

Ahora bien, a la hora de preparar o elegir las formaciones pueden surgir dudas. Algunas de ellas, por ejemplo:

  • ¿Por dónde empezar a preparar una formación?
  • ¿Qué metodología elegir para la formación?
  • ¿Cómo saber si la formación funciona como debería? 

Puede que te lo hayas preguntado en alguna ocasión. Es normal. Como decía antes, la formación es un tema fundamental en cualquier empresa y gestionarla no siempre es sencillo. 

Por eso, hoy quiero contarte algunas claves que pueden ayudarte a que la formación que ofrezcas a tus profesionales les resulte útil y valiosa. Porque ese es el objetivo, ¿no crees? ¡Vamos allá!

1- Definir correctamente el objetivo de la formación

Uno de los errores habituales es impartir una formación sin tener muy claros los objetivos que persigue. Para lograr que tu formación sea útil deberás definir previamente cuál es su objetivo. Esto te ayudará, entre otras cosas, a:

  • Diseñar la formación de una forma más coherente con la meta propuesta.
  • Desarrollar la formación de una forma en la que resulte más sencillo llegar a cumplir ese objetivo.
  • Medir posteriormente si ese objetivo está o no cumplido y, en caso de no estarlo, llevar a cabo las acciones oportunas.

2- Tener en cuenta el lugar

La formación puede ser online o presencial y esto será fundamental tenerlo en cuenta a la hora de diseñarla. Ten en cuenta que hay elementos que pueden funcionar muy bien en un entorno presencial pero no en uno virtual y viceversa.

Además, acuérdate de que en caso de que la formación vaya a ser presencial, el espacio juega un papel muy importante. Si está bien elegido y organizado, puede convertirse en un potente aliado que facilite el aprendizaje de tu equipo.

3- Elegir la metodología más adecuada

Este es un punto muy importante y sobre el que habitualmente surgen dudas. ¿Qué elegir? ¿Teoría, práctica, una combinación de ambas?

Para tomar la decisión más adecuada, puede que te ayude conocer el modelo de aprendizaje 70- 20-10, que explica qué vías de aprendizaje tenemos las personas, y qué impacto tiene cada una de ellas en el aprendizaje total. 

Este modelo fue desarrollado por tres autores: Morgan McCall, Robert W. Einchinger y Michael M.Lombardo, mientras trabajaban con el Centro de Liderazgo Creativo, en Greensboro.

Según este modelo:

  • El 70% del aprendizaje proviene de la experiencia. Es decir, de la práctica, de las tareas que llevamos a cabo, por ejemplo.
  • El 20% del aprendizaje procede de las interacciones sociales. Es decir, de las conversaciones o relaciones que tenemos con otras personas.
  • El 10% del aprendizaje proviene de la formación teórica como, por ejemplo, la asistencia a cursos en los que alguien comparte su conocimiento sobre un determinado tema.

Ahora bien, ten en cuenta algo fundamental. Aunque según este modelo cada una de las fuentes de aprendizaje tiene un porcentaje distinto, todas ellas son importantes y se complementan. Por eso, lo ideal es combinar las tres.

4- Tener en cuenta que el curso no es para ti sino para tu equipo

A la hora de diseñar y desarrollar la formación debes tener siempre en cuenta a quiénes va dirigida. De poco servirá que a ti te encante, si a tu equipo no le resulta atractiva, interesante ni útil. Por eso, ten en cuenta en todo momento a la audiencia de la formación, y adapta el formato para hacerlo lo más atractivo, interesante y útil posible para ellos.

Algo que también es importante es adaptar la formación al nivel de conocimiento que tiene cada grupo. Imagina, por ejemplo, que quieres formar a distintos grupos de profesionales sobre un mismo tema. En ese caso, será interesante que reflexiones acerca de si todos ellos tienen el mismo nivel de conocimiento o no. 

5- Recordar quiénes tienen el protagonismo

En la formación, el protagonista no eres tú sino tu audiencia. Es decir, los profesionales que asisten. Sin embargo, algo bastante frecuente es estar más pendiente de:

  • Lo que yo cuento.
  • Si yo me expreso bien.
  • Si yo sabré responder las dudas que me planteen.
  • Etc.

Mientras tengas el “foco” solo en ti, te resultará más complicado entender las necesidades de tus profesionales y darles respuesta. El protagonista de la formación no es quien la imparte, sino quien la recibe. 

6- Medir los resultados conseguidos

Hay distintos tipos de información que puedes medir como, por ejemplo: el aprendizaje obtenido, el impacto del curso en el desempeño de tus profesionales, su impacto en los resultados de tu empresa, la satisfacción de los asistentes, etc. Deberás saber qué información te interesa conseguir y elegir la mejor forma de lograrla. Medir es importante.

En conclusión...

Ofrecer una formación de calidad para tus profesionales requiere trabajo por tu parte, pero es importante tanto para ellos como para tu empresa. 

Espero que este repaso por algunos de los puntos a tener en cuenta, te ayude a conseguir unas formaciones más interesantes, atractivas, útiles y valiosas para tu equipo.

SOBRE MÍ:

Me llamo Estíbaliz Serra y soy consultora de Recursos Humanos.

Ayudo a las empresas a mejorar su gestión de personas mediante estrategias de Recursos Humanos y de Experiencia de Empleado.

Soy fundadora de talentimia.

Puedes contactar conmigo escribiéndome a: info@talentimia.es

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