66 Reconciliando Diferencias
Chocamos porque queremos tener la razón, no porque seamos diferentes. Este es un punto que es necesario tener en cuenta. Es necesario reflexionar para poder ir a la raíz del conflicto.
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A menudo hay situaciones en las que nos resulta tan difícil comprender al otro. ¿Por qué hace las cosas con prisas, sin hacerlas perfectamente bien? ¿Por qué se toma tanto tiempo en hacer las cosas, si se pueden hacer más rápido?
En este punto, es necesario tener en cuenta que nuestros cerebros funcionan de manera diferente. Uno de ustedes puede funcionar en el paradigma "Hecho es mejor que perfecto". Y el otro, en su opuesto. "Si hay que hacerlo, se hace bien"
Y desconociendo esta diferencia entre nuestro "funcionamiento" es normal que juzguemos al otro, desde nuestro filtro mental, y pensemos que así no es como debería hacerse.
¿Está mal hacer las cosas rápido, aunque no queden perfectas?
¿Está mal demorar tanto en hacer algo, o no hacerlo si no ven la posibilidad de que les salga perfecto?
No, la verdad es que en sí no está bien ni mal "funcionar" de una manera determinada. Lo importante es el contexto, el momento, el resultado.
Como madre de tres, que además siempre he trabajado fuera de casa, a mí me funciona el Hecho es mejor que perfecto. Si tuviera que tomarme el tiempo que requiere hacer todo perfecto, con la infinidad de tareas que hago a diario, sería muy poco productiva.
En pareja, es necesario vernos como un equipo, como dos piezas diferentes que componen un puzle. Como una empresa en la que un perfil de empleado es igual de necesario que otro.
Y donde el que funciona mejor en un ámbito, puede sacar mejor resultados que el otro. Y viceversa.
En lugar de quejarnos del otro, por ser lento y perfeccionista, o por ser rápido e imperfecto, ¿crees qué sería mejor ver las ventajas de una y otra manera de funcionar?
Si hay que hacer algo perfecto, y estoy ayudando a mi esposo, me convierto en "peón". Y le dejo a él el lugar de "oficial". Sigo sus directrices y colaboro aunque sea a un ritmo diferente al mío. He aprendido a tener paciencia, y comprender que él no puede hacer las cosas mal, y que para él, hacerlas rápido es casi un sinónimo de hacerlas mal.
Las mentes funcionan diferente. Y esto es así porque venimos de fábrica con un software preinstalado. Mi mente no trajo de serie el programa "si haces algo, debes hacerlo perfecto".
Mi mente trajo uno que sirve para sacar mucho trabajo y que es útil en momentos de mucha carga laboral. Como cuando tienes tres hijos, varias tiendas, una hora punta de trabajo de apenas 2 horas, varios empleados y un sin fin de temas que ir resolviendo.
Y la mente de mi esposo trajo de fábrica la minuciosidad, el ser meticuloso y observador de cada detalle, el buscar la prolijidad y que su trabajo quede perfecto. Eso sirve para cuando pintamos la casa, para decorar una habitación, para diseñar una tienda, para hacer la obra de un local desde cero.
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El problema en la pareja, no es que seamos diferentes.
Es que no conocemos nuestras diferencias y cómo el hecho de ser y funcionar distinto nos convierte en un mejor equipo.
Cuando se pide un trabajo rápido, es mi turno. Cuando se requiere un trabajo perfecto, es el suyo.
¿Cómo te complementas con tu pareja?
¿Comprendes que funciona diferente y ves el valor que hay en esa diferencia?
O, por el contrario, ¿discuten porque no hace las cosas a tu manera, e insistes en que tu manera de hacerlo es mejor que la suya?
Consejos y técnicas para reconciliar las diferencias
Aunque tener diferentes metaprogramas puede parecer un obstáculo en la relación, en realidad, suponen una oportunidad para el crecimiento mutuo. Pueden aprender a sacarle provecho a las diferencias.
Calma, que vienen los días más largos, las vacaciones y si chocaban durante el invierno, el verano puede ser un mal momento si no hacen cambios y aprendizajes que favorezcan el que ambos puedan ser "yo mismo".
La mayoría de las veces ese es el reclamo de los esposos de mis clientas. La necesidad de dejar de autocensurarse como forma de evitar conflictos.
También nos ocurre a las mujeres. Si sientes que te censuras, algo estás haciendo mal. Te lo cuento la semana que viene.
Ya sabes, si necesitas una mano, te ofrezco las dos mías, y 49 años de experiencia en pareja.
Viki Morandeira
Coach Ontológico