7 formas de mejorar la productividad de tu equipo en cuarentena
La pandemia por la que hoy atraviesa el mundo, puso a prueba aspectos de tu vida y de tu día a día a los que antes no prestabas suficiente atención. La falta de tiempo y el exceso de trabajo hacían que tuvieras definida una rutina, y esta traía consigo productividad y cumplimiento de metas.
¿Sentiste miedo cuando dijeron que trasladarían tu trabajo y/o estudio a casa? y mejor aún, ¿has sentido que los días duran menos y que no terminas todas las tareas que planeaste? ¡No te preocupes! Es normal que te sientas afectado con la situación, pues es un momento desconocido para ti, es un cambio drástico a tu rutina y, en realidad, son muchas más tareas pendientes por hacer.
Así que si tu propósito en esta cuarentena es ser realmente productivo sin caer en una crisis de ansiedad (Lee: ¿qué es la ansiedad y cómo tratarla?), te invitamos a leer con atención cada uno de los siguientes puntos:
1. Definir horarios para cada tarea
Es importante que establezcas un horario para iniciar con tu rutina diaria, piensa en que esta situación no durará para siempre y que lo mejor que puedes hacer es ser disciplinado para que el impacto de volver a la normalidad no sea muy drástico.
En medio de esto, es importante que crees una agenda con cada una de tus tareas pendientes, asígnale a cada tarea un tiempo límite de ejecución, así evitas la procrastinación y das un orden a las actividades que te impidan olvidar algo importante. Dejar toda la responsabilidad a tu memoria, es un error en el que no puedes caer.
2. ¡Priorizar!
Lo olvidábamos. No se trata de poner tareas por ponerlas y por ver tu agenda llena, debes jerarquizarlas y definir cuáles son más y menos urgentes, de esta manera hallarás orden y tendrás la sensación de que nada se está saliendo de tu control.
Una recomendación en este punto es que pongas las tareas más densas del día en horarios donde sientas que tu mente está más despejada y puedes concentrarte con mayor facilidad. Ten siempre en cuenta que cada ser humano tiene horas del día donde encuentra más lucidez y hace un mejor trabajo.
3. Incluir en la planeación tiempos de descanso
Comerte una fruta, leer unas páginas de tu libro favorito, colorear, estirarte o realizar cualquier actividad que te haga salir del escritorio es un ejercicio que sí o sí debes practicar, de esta manera tu mente centra su atención en otros aspectos que le generan relajación.
Es necesario que dentro de tu horario también definas tiempos para alimentarte, olvídate de comer frente al computador, esto hará que sientas mayor agotamiento y que la jornada de trabajo o estudio se haga más larga de lo normal. Hay un momento para cada cosa, y esta es la premisa de la que debes partir para ser más productivo.
4. Eliminar distractores de las zonas de trabajo o estudio
Trabajar o estudiar en casa tienen un enemigo en común: los distractores, estos son aquellos elementos con los que cuentas en la comodidad de tu hogar que te hacen detener tu atención en ellos y que evitan un alto nivel de concentración en actividades que son prioritarias para ti.
En la categoría de distractores encuentras: celulares, videojuegos, dispositivos de música, entre otros. Así que nuestra recomendación es que separes tus responsabilidades diarias de los tiempos de ocio y que evites, durante la ejecución de tareas preestablecidas, centrar tu atención en actividades diferentes o en objetos que capten tu atención.
5. Asignar tareas a los hijos
¿Eres mamá o papá? pues es hora de mostrarle a tus hijos que así estés todo el día en casa, no puedes dedicarles (por más que quieras) cada uno de tus minutos, porque también tienes responsabilidades con las que debes cumplir.
En este punto es clave que elabores junto a ellos un horario para que realicen actividades pendientes, ya sea asistir a sus clases virtuales, cumplir con los compromisos que dejan sus profesores o pequeñas labores en casa que decidas asignarles, para que se mantengan entretenidos y así puedas cumplir con tus obligaciones diarias.
Incorpóralos a las rutinas del hogar, muéstrales que el trabajo de todos es importante y hazlos coincidir contigo en tus tiempos de descanso, pues también es importante recordar que en este tiempo es muy valioso sentir el amor familiar.
6. ¡Sin culpas!
Desde ya te advertimos que no todos los días serán buenos y que en muchas ocasiones las tareas que predefiniste no van a ejecutarse porque el tiempo no te alcanzará. También te informamos que muchas veces dirás que vas a participar de una clase virtual, que harás ejercicio o que aprenderás algo nuevo, pero que pasarán los días y no lo vas a hacer.
¡No te culpes por eso! todos tenemos una manera diferente de asumir esta situación, y esto no quiere decir que tu forma o la nuestra sea la mejor o la indicada, todas son válidas, lo más importante es conservar el equilibrio emocional y entender que no estabas preparado para un cambio como este.
7. Finalizar siempre a la misma hora
Así como cuando vas a la oficina, a la escuela o la universidad, hay un horario en que terminas tus actividades y lo que no pudiste hacer, lo dejas para el otro día. Así mismo debes funcionar esta cuarentena.
La productividad no se trata de la mayor cantidad de horas trabajadas, se trata del uso que le das al tiempo cada día para cumplir con tus pendientes. Así que no te culpes si un día no cumpliste con todos tus objetivos, mañana será un día nuevo para completarlos.
Hay algo que no puedes olvidar: escucha a tu cuerpo, hay días en los que amaneces con la energía al 100 y tienes la capacidad de hacerlo todo sin ningún problema. Sin embargo, hay momentos donde la energía simplemente disminuye, y ahí es importante parar para respirar un poco, esta es la única manera en la que podrás tomar fuerzas para seguir, de lo contrario, la productividad nunca llegará.
En medio de esta contingencia te han exigido que debes mantener tu mente ocupada, que debes hacer muchas cosas al tiempo y que así es como hallarás tranquilidad y equilibrio.
Hoy te decimos que solo tú marcas tus tiempos, que nadie puede decidir por ti, reconoce tus emociones, permítete vivir cada día como realmente lo sientes, sin recriminarte por haber hecho las cosas diferente a como las hiciste ayer.