7 pasos para definir tus metas en 2018
Las metas te indican el camino a seguir, te ayudan a identificar con claridad tu destino y te permiten transformar tus sueños y deseos en realidades; eso sucede porque cuando tienes el propósito de alcanzar una meta tus acciones se orientan hacia ello
El sentido de las metas
Uno de los principales beneficios que obtendrás al establecerte metas claras es optimizar el uso de tu tiempo. Cuando vives la vida sin propósitos definidos tu tiempo es consumido por un montón de tareas y actividades que no contribuyen con tu éxito.
Cuando no tienes idea de cuáles cosas quieres alcanzar en la vida vives como una veleta, cualquier viento te cambia de dirección. La ventaja de las metas radica en que te proveen dirección y motivación. Cuando sabes qué forma quieres darle a tu destino encuentras dentro de ti la fortaleza mental, emocional y espiritual que requieres para ir construyendo tu realidad.
Las metas son dinámicas, conforme vas alcanzando unas aparecerán otras. Si te quedas atascado en una meta, es decir, consigues eso que deseabas y luego no sabes qué hacer con ello volverás a vivir al son que te toquen.
Conócete a ti mismo
Lo primero que debes hacer para poder establecer tus metas es saber quién eres tú. Así que toma lápiz y papel y escribe una lista de tus:
- Talentos
- Necesidades
- Limitaciones
- Deseos
- Aspiraciones en la vida
Eso te permitirá hacer un diagnóstico de tu situación actual, en otras palabras, cuando termines ese ejercicio tendrás una idea de dónde estás parado. Cuando vas a hacer un viaje lo primero que tienes que saber es desde dónde iniciarás la ruta, no es lo mismo hacer una viaje de New York a Londres que de San Cristóbal a Londres. De tu punto de partida dependerá la ruta que debas escoger para llegar a tu destino.
Para que un sueño se convierta en una meta deben darse tres condiciones: Cuantificación, Plazo, Plan de Acción
Por ejemplo: La expresión “me gustaría ser especialista en derecho laboral” es una situación deseada. En términos del Coaching lo llamamos un sueño.
En cambio si transformamos esta expresión en: “quiero en dos años haber culminado mi maestría en Derecho del Trabajo en la Universidad Católica”, ya estamos estableciendo claramente una meta.
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