#93 Productividad y cambio tecnológico.

El cambio que nos rodea en nuestros días.

Las revoluciones industriales y la productividad.

Los seres humanos hemos vivido en un mundo de escasez por milenios, pero en el Siglo XVIII se produjo el cambio clave, de la mano de la primera revolución industrial el mundo paso de moverse a tracción animal o a vela, a moverse y a producir a nivel industrial, con las máquinas de vapor. Y ahí, cambió la historia. El mundo de escasez, de baja productividad, fue quedando atrás y fue apareciendo un nuevo mundo, un mundo de abundancia, de producción escalable a nivel industrial, el mundo en que hoy vivimos y que sigue avanzando y creciendo. Un mundo de productividad creciente.

El cambio tecnológico impulsa la productividad.

La productividad está ligada a la eficacia (hacer bien una tarea) pero también a la eficiencia (hacerla del modo más óptimo posible). Y me explico, no es lo mismo matar una mosca con un cañón (que puede ser muy eficaz), que con un matamoscas (lo cual es evidentemente mucho más eficiente).

Desde que eclosionó la primera revolución industrial a mediados del Siglo XVIII, con la máquina de vapor como principal exponente y posteriormente con las otras cuatro que le siguieron el camino: la segunda revolución industrial a finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, con la electricidad, el uso del petróleo, la automoción, la aviación o los avances en física y química que lo cambiaron todo, la tercera revolución industrial ya a mediados del Siglo XX con la electrónica como motor del cambio, la llegada de la TV, los computadores, etc y ya al cambiar de nuevo el siglo y entrando al XXI, la cuarta revolución industrial con la irrupción de internet y la era del conocimiento global, que nos llevan de cabeza ya a los albores de la quinta revolución industrial que sin duda gatillará la inteligencia artificial como tecnología totalmente disruptiva.

Del 1.0 al 5.0. Del mundo real a la inteligencia artificial.

Os invito a un viaje, por la esfera 1.0, la referente al mundo real, dónde podemos vernos, tocarnos, hablarnos en persona, pasando por la 2.0, el mundo digital a la 3.0, las Redes Sociales en dispositivos móviles y la 4.0 la correspondiente al Big Data, al IoT (Internet of Things), donde todos los dispositivos se están conectando con todos a la vez.

Y ese viaje nos lleva a la esfera 5.0, la que está ebullendo hoy ya de la mano de la inteligencia artificial y que va a cambiar todo a nuestro alrededor en pocos años más.

Vamos viajando hacia un mundo mucho más productivo porque las diferentes IAs que se están desarrollando van enfocadas ha hacer tareas por ejemplo de programación y de asistencia a todo tipo de trabajos que multiplican nuestras capacidades, por ejemplo, capacidades de crear variados contenidos audiovisuales a un muy bajo o mínimo costo, con una enorme calidad.

Lo que viene por delante, el 6.0 y 7.0. Otro mundo. 

Y la esfera 5.0 no es la estación final, ya hay muchas empresas y personas trabajando en los siguientes niveles, el 6.0, la conexión total de humanos con máquinas, dónde podremos ver implantes de sensores en nuestra piel o incluso en el cerebro para poder interactuar con máquinas a nuestro alrededor.

Y por último, podemos avistar también en el horizonte el que será el siguiente paso, el 7.0 con la posibilidad de aplicar los computadores cuánticos para poder gestionar enormes cantidades de datos en un futuro cercano, que nos permitan intervenir en el genoma y llegar a crear una nueva especie de “humanos mejorados”. Hace poco tiempo todo esto podría parecer ciencia ficción, hoy sabemos que nos acercamos a la fecha de la “singularidad”, el momento que una máquina tome consciencia de si misma. Ya sabemos que no estamos nada más que a unos pocos años, como máximo pocas décadas de que ese momento llegue y el mundo definitivamente será otro.

El impacto de la productividad en el sector primario.

Este sector clasifica todas las actividades que tienen como objetivo la extracción de recursos naturales. Se incluyen las derivadas de la pesca, la ganadería, la agricultura o la minería

La productividad se encarga de medir y calcular el total de bienes y servicios que han sido producidos por cada factor utilizado (tierra, trabajo, capital, tiempo, etc.) durante un periodo determinado.

Por ejemplo, la productividad nos permite saber lo que produce un trabajador en una hora, en un día, un mes o un año.

Pero también podemos medir la productividad de una parcela de una explotación agrícola, la de una cabaña de vacas productoras de leche, la de una mina que extrae cobre o la de un barco de pesca en alta mar por hablar de las tres partes que forman el sector primario.

Podemos imaginar fácilmente lo que ha supuesto el impacto de las sucesivas tecnologías que han facilitado las revoluciones en todos los subsectores que conforman el sector primarios, desde la sustitución de la fuerza animal por las máquinas de vapor a posteriormente por las máquinas impulsadas por motores de combustión interna.

¿Cuánto ha aumentado la productividad un tractor o una cosechadora en agricultura?, ¿cuánto produce un agricultor ahora rodeado de tecnología frente a un agricultor de hace apenas un siglo atrás que aún usaba el arado romano?, ¿Cuántas toneladas de rocas puede mover un moderno camión frente al movimiento de tierras que se podía hacer con mulos y bueyes siglos atrás?

Si podemos intuir que las respuestas a esas preguntas van en la misma dirección y que es mucha la productividad que se ha ganado con la tecnología hasta aquí. Pero ¿Cuánta más se puede ganar en los próximos años?

Todo lo que tiene que ver con la interpretación y gestión de datos, con la adopción de tecnologías más avanzadas, más eficientes en toda la cadena productiva, teniendo mucha más información y de más calidad, pudiéndola procesar en tiempo real para poder tomar decisiones que nos lleven a ser muchos más productivos.

Podremos ver como aumentan la producción de nuestros campos, con gestión de datos que lleguen a saber hasta que nutrientes y cuanta agua necesita cada planta, con conocimiento exhaustivo de la genética de las plantas y también de las malas hierbas o plagas de insectos que les pueden afectar, para prevenirlas o combatirlas de modos absolutamente eficientes.

No podemos ni prever aún la eficiencia y productividad que podemos ganar en la agricultura, la ganadería, la minería y la pesca, pero si lo vamos intuyendo día a día.  

El impacto de la productividad en el sector secundario. 

Y si la productividad crece en el sector primario, que podemos decir de la industria, que es el sector secundario.

Vivimos ya en la transición desde la digitalización a la automatización. La explosión del uso de los datos en todas las industrias, la robótica avanza a pasos agigantados y cada vez tenemos industrias mucho más automatizadas y eficientes. Y por lo tanto mucho más productivas.

Con menos personas, con mucha más tecnología, se automatizan plantas completas que adquieren niveles de eficiencia impensados solo hace unos pocos años.

Siempre hará falta talento humano en las empresas, también en las industriales, personas que supervisen, diseñen, mantengan instalaciones e infraestructuras, pero todo lo que se pueda automatizar, será automatizado en los próximos años.

Pero ese talento debe formarse y actualizarse constantemente para competir no ya con las máquinas, con robots, sino con otras personas que sepan usar mejor la tecnología que ellos.

El impacto de la productividad en el sector terciario. 

Y si en el sector primario y en el secundario los impactos del cambio tecnológico son enormes y disparan la productividad. Obviamente el sector servicios no será menos. Eso sí, habrá servicios que podrán ser mucho más automatizados como los que tienen que ver con procesos secuenciados, pero otros no lo serán tanto, aquellos trabajos que requieran de creatividad, atención personalizada aún guardarán ciertos espacios dónde los seres humanos podremos “resistir” el avance de las máquinas, los robots y la IA.

Evidentemente todo trabajo que pueda ser automatizado será automatizado, eso es seguro y lo que tenemos que pensar es si lo que hacemos hoy día puede haber una máquina que lo haga mejor que nosotros.

Pero la productividad que se alcance será enorme y veremos como mejoran productos y servicios a unos costes mucho menores. También veremos nuevos productos o servicios que hoy día ni imaginamos o que empiezan a apuntar con crecimientos exponenciales como los e-games. El ocio es infinito, se pueden crear infinitos videojuegos, libros, películas… experiencias que los seres humanos podremos disfrutar tanto en persona como en line y esos mercados aún están por desarrollar y muchos aún por inventar o crear.

Será tarea nuestra crearlos, conquistarlos. ¿Estás en ello?

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Muchas gracias.

Las personas sois la clave. En vuestra actitud descansa el secreto de los resultados que obtenéis. 

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Iván Calvo es Ingeniero y Sociólogo. Formador y Consultor, experto en ventas.

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