¡No aburras con tu presentación!
Seguramente conoces a algún speaker que aburre cuando habla, que usa muchas palabras, pero no dice nada, cantinflea y nunca llega al punto (generalmente como los speakers de los Webinars Gratuitos para mostrarte fórmulas mágicas de Sales Funnels en redes sociales).
¡Y ese es justo el problema! Si quieres informar, siempre tienes que llegar al punto y ser extremadamente claro. Hay un dicho que dice: “Todo lo que puede ser pensado, puede pensarse con claridad”. Entonces también: “Todo lo que puede ser dicho, puede decirse con claridad”.
¿Y cómo hacemos para ser claros? Bueno, usando las siguientes tres recomendaciones.
Limita tu tema
Si quisiéramos visitar París, cada museo, cada calle, probar su comida e incluso hablar un poco el idioma, ¿cuánto tiempo necesitamos? Pues quizá semanas enteras para poderlo hacer. Es más, probablemente no conoces a fondo la ciudad en la que vives. Sería absurdo querer recorrer todo en un solo día, ¿correcto? Bueno, ¿entonces por qué parece que queremos batir el récord mundial de decir lo más posible en la menor cantidad de tiempo cuando hablamos? Tenemos cinco minutos para hablar: “Bueno, voy a hablarles del viaje a Argentina que hice” ¡NO! No hay tiempo suficiente. Y es más, si de pura casualidad lo lograras, no habría placer alguno en escucharte. Vas a tener que pasar tan rápido por cada punto, que no vamos a tener claro ninguno.
En vez de tener un cuadro lleno de color, tendremos uno con pinceladas rápidas. Así que concéntrate en tu tema principal y no te apartes de ahí.
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Ordena tus ideas
Casi cualquier tema del que hablemos, cuando es para informar, tiene una secuencia natural y lógica. Puede ser causa-efecto, espacial, por niveles, cronológico, proceso, etc. Así que identifica la naturalidad de tu tema, escríbelo hasta arriba de tu hoja y habla únicamente basado en esa lógica. Vas a ver que tanto para ti, como para tu público, será mucho más fácil entender todo.
Enumera tus puntos
El objetivo de hablar para informar es que tu mensaje quede grabado en la mente de las personas. ¿Qué mejor manera que desarrollar tu tema en puntos fáciles de decir? Puntos ordenados y lógicos. “Punto número uno….” Y al finalizar “Punto número 2…” Y el público sabe que el que sigue, por lógica, es el “Punto número 3”.
¿Pero adivina qué? Ordenar tu tema a través de puntos te da estructura a ti. Porque sabes que al terminar el primero, viene el segundo, y luego el tercero; el público también lo sabe y, por último, puedes terminar con un resumen de tu charla repitiendo el título de los puntos que dijiste. De esa manera, cuando el público termine de escucharte, se quedará solo con los puntos que les dijiste… ¡Y ese era tu objetivo! Así que “Misión cumplida”.
Todo esto no es solo de mi autoría, estoy apoyado del libro “El Método Fácil y Rápido para Hablar Eficazmente” de Dale Carnegie.