Acompañar a las personas mayores hacia el mundo tecnológico
Nekane Razquin Rozas , Técnica de Comunicación de San Jerónimo.
Seguramente te suene la frase: “no dejamos a nadie atrás”, en competiciones, juegos de equipo, películas o series. Pero, ¿y si esa persona que se queda a la cola necesita ir a otro ritmo o ha llegado a su límite? Con el avance de las nuevas tecnologías ha surgido la temida brecha digital, una grieta que distancia a unas personas de otras, haciendo que no tengan las mismas oportunidades y disminuyendo su accesibilidad a determinados servicios. Estas personas pueden quedarse al otro lado de la brecha por diversos motivos: económicos, de edad, imposibilidad de acceso… Y, una cosa es tender puentes para que pueden hacer uso de ellas y otra muy distinta empujarles al abismo.
En esta ocasión nos centraremos en un sector de ese grupo de personas que quedan al margen de los avances, las personas mayores. Muchas de ellas crecieron sin tecnología. Y, de pronto, un día empezaron a aparecer aparatos que podían utilizar para entretenerse, para escuchar la actualidad o para hablar con personas que estaban en la otra punta del mundo. Al principio estas tecnologías avanzaban lentamente, pero ha llegado un punto en el que te las compras y al siguiente día están obsoletas. Esta velocidad de cambio añade un nivel de dificultad a la hora de que las personas mayores se adapten a ellas. Cambian de móvil y de repente ya no hay teclas, o simplemente el dibujo que esa persona relacionaba con la agenda de contactos ya no es el mismo. Cuestiones que una persona nativa digital tardaría 1 segundo en aprender, pero que pueden hacer que una persona mayor se sienta completamente perdida.
La tecnología puede ser muy beneficiosa si se hace uso de ella con responsabilidad
¿A dónde quiero llegar? A reflexionar sobre cómo debemos combatir esa brecha digital. Desde que trabajamos con el modelo de Atención Centrada en la Persona tenemos más claro que nunca que cada persona es diferente, con diversas necesidades, preferencias y capacidades. Por lo tanto, la brecha digital hay que mirarla con la misma perspectiva, habrá personas que necesiten un puente sencillo, otras querrán un puente completo, pero necesitarán que lo cruces con ellas y en otros casos será el o la profesional quien tenga que cruzar el puente y acercar la tecnología a la persona porque ella no es capaz de cruzar. Por ello, habrá que valorar pros y contras de las tecnologías y comentarlo con la persona interesada en introducirse en ese nuevo mundo.
¿Qué pros y qué contras puede encontrar una persona mayor en las nuevas tecnologías?
Recomendado por LinkedIn
Pros
Contras
En conclusión, para cualquier persona, independientemente de su edad, la tecnología puede ser muy beneficiosa si se hace uso de ella con responsabilidad. Es evidente que hay que combatir la brecha digital, pero se debe hacer desde el acompañamiento, observando las necesidades que puede requerir la persona y ofreciéndole los apoyos necesarios. Puede ser a través de una persona especializada, como ocurre en San Jerónimo, a través de formación para los y las profesionales de referencia que serán el apoyo de esa persona, o formación para las personas mayores directamente… podremos encontrar varias opciones, como siempre es escoger la que mejor encaje en cada situación. Si hay que dejar a alguien atrás que tenga compañía.
--
10 mesesMe resulta interesante. Y sobre todo para ayudarlos en cuestiones necesarias y que puedan tener su ayuda.👏✌️