ACOSO ESCOLAR: AYER Y HOY
2016 es una buena oportunidad para comprender y afrontar una realidad en todas y cada una de nuestras escuelas. El silencio no ayuda, la complicidad tampoco. Hablamos de acoso escolar. Ofreceremos algunas claves para comprender y para intervenir.
Uno de cada cinco adolescentes españoles, hasta un 18 por ciento, reconoce haber acosado en redes sociales a otra persona al menos una vez, en la mayor parte de las ocasiones burlándose de su aspecto físico, según un estudio de Intel Security.
Si la preocupación de las familias sobre lo que comen sus hijos es notable, ¿por qué no lo es tanto sus consumos e interacciones con las diferentes pantallas? Volvemos a la dieta digital, que implica responder a las horas que dedican a las pantallas, y a los contenidos (interacciones) que consumen. Hablamos de una dieta que necesita orientación. Así como no permitimos que nuestros hijos pequeños se queden solos en le parque, y conforme crecen los vamos “soltando”, también nuestra presencia y diálogo son esenciales en el parque digital.
El niño o niña que empieza a sufrir acoso lo expresa a pesar del miedo
Como hemos señalado en Matones ayer y hoy, en la virtualidad el acoso es anónimo, más rápido, más cómodo, más inmediato. Llama la atención la frialdad de algunos casos en los que se graba, se guarda, se envía, se recrea y se comenta. El anonimato concede al acosador impunidad y al acosado impotencia. De las entrevistas que hemos realizado a algunas familias, sabemos que el daño es mayor, por el amparo en este anonimato, por el desamparo legal, por la impotencia del agredido y sus familiares, por la fácil difusión.
En algunos casos, el ciberacoso empieza o se mantiene con una foto que se ha colgado de la víctima sin su consentimiento. En otros casos, por hacerse una foto indebida y subirla, se ha perdido para siempre el control de la privacidad e intimidad.
En la virtualidad, el acoso es anónimo
En estos hechos intervienen muchos protagonistas, además del acosado y el-los acosador-es: el profesor-a, los familiares, el orientador del centro, los propios compañeros-as. Tiene una importancia vital la presencia de los testigos. Cuando se habla este tema con los alumnos de ESO y se les explica que un acoso termina cuando los testigos dejan de ser cómplices de la situación, se hace un espeso silencio.
Destaquemos la experiencia que han empezado algunos centros con los llamados “ciberayudantes”. El Instituto de Educación Secundaria Parque Goya de Zaragoza cuenta con un programa pionero en España. Este equipo de ciberayudantes se integra en el plan de convivencia del centro y nace del denominado ‘programa de alumnos ayudantes’, muy extendido en Aragón (España) y en el que los alumnos mayores hacen de mediadores y de enlaces para el resto de compañeros ante los conflictos que surgen en el aula.
Señalan algunos participantes: “Cuando nos dimos cuenta de que las dificultades ya no se daban en un recreo físico, sino en un recreo virtual, que es la red, creímos oportuno que estos alumnos ayudantes formaran parte de otro subgrupo que son los ciberayudantes. Se trata de ofrecer ayuda entre iguales en cualquier dificultad que se pueda producir en la red“, explica Antonio Martínez Ramos, director del IES Parque Goya.
¿Cómo funciona el proyecto?
- Todo comenzó con unas encuestas online para saber el uso que hacían de las redes sociales los alumnos de 1ª de ESO.
- Tras analizar los resultados, visionan cortos y reflexionan sobre textos alusivos. Es decir, se establecen pautas de formación.
- Localizan el problema, compartiendo con sus compañeros lo que puede ser delito o peligro.
- Se abordan todos los casos que afecten a los alumnos. Desde el whatssap hasta los diferentes perfiles en las redes sociales, en los que pueden haber contenidos de sexting, ciberbullyng ogrooming. Se afronta esta problemática con los tutores, docentes, orientadores, alumnos y familias.
- La elaboración de cortometrajes, o la aplicación de juegos con móviles, en coordinación con elprograma Cine y Salud, facilitó la tarea de expresión y creación.
El escenario multipantallas como cómplice, no como enemigo:
7 claves
1 No tomar a los niños y adolescentes como víctimas pasivas de los riesgos en la Red.
2 No esperar a que un conflicto se convierta en una urgencia, trabajar la promoción de la salud y su prevención, desde los más pequeños y con previsión.
3 Planificar de modo sistemático y progresivo una sensibilización desde las edades más tempranas.
4 Vertebrar proyectos en los centros de ciudadanía digital, en los que participe toda la comunidad educativa. Las tutorías en los diferentes niveles y etapas, pueden ser el eje vertebrador.
5 Confeccionar o adaptar un protocolo de actuación antes los casos que surjan.
6 Articular una red de centros, que con las universidades, avancen en la investigación, y con los medios de comunicación establezcan programas de difusión, divulgación y sensibilización.
7 Desarrollar la transversalidad curricular, que en consonancia con las tutorías, se integren unos procesos y contenidos TRIC (Tecnología de la Relación, Información y Comunicación).
Profesor Titular de Comunicación Audiovisual y Publicidad, e investigador de la Universidad de Zaragoza. Director de la plataforma de periodismo Entremedios. Cofundador del Grupo GICID.
8 añosA ti por tu atención.
Alhacena Gourmet
9 añosMuy interesantes las ideas expuestas. Gracias!!