Actitud y Cultura Organizacional: 5 Datos Poco Conocidos

Frederick Laloux nos dice que cultura organizacional es "La forma en la que se hacen las cosas sin que la gente tenga que pensarlo”. Partiendo de esta definición, te invito a acompañarme en las siguientes líneas para hacer un viaje al interior de la cultura organizacional, enfocándonos en uno de sus componentes que, en ocasiones, no se toma en cuenta: la actitud, a partir de estos

5 Datos Poco Conocidos Sobre las Actitudes y su Relación con la Cultura Organizacional

1. Las Organizaciones y los Equipos, al Igual que las Personas, Tienen Actitudes

Es común que ubiquemos el tema actitudinal a nivel individual, sin embargo, los grupos y los equipos están conformados por personas, las cuales aportan a estos -además de sus conocimientos y habilidades- sus actitudes.

2. Existe una Relación Bilateral Entre la Cultura Organizacional y las Actitudes

Así de sencillo: la cultura organizacional refuerza las actitudes de los miembros de la organización y las actitudes de estos nutren la cultura organizacional.

3. Detrás de Cada Cultura Organizacional Hay un Conjunto de Actitudes Organizacionales

La cultura organizacional se compone de distintas actitudes, las cuales (si la gestión es correcta) se refuerzan y complementan entre sí. Estas “actitudes organizacionales” son el resultado de la suma de la actitudes de los distintos grupos, equipos o departamentos de la empresa.

¿Cuáles son las 3 principales actitudes que se viven en tu cultura organizacional?

¿Coinciden con los valores que profesan en tu organización?

4. Detrás de las Actitudes Organizacionales Hay Actitudes Grupales

Cada grupo, equipo o departamento, posee sus propias actitudes, las cuales son el resultado de la interacción de las actitudes de las personas que lo integran y (muy importante) la gestión de sus dirigentes.

¿Cuál es la actitud más representativa de cada departamento de tu empresa?

¿Qué o quién la origina?

5. Detrás de las Actitudes Grupales hay Actitudes Individuales

Así como las actitudes organizacionales se forman a partir de las grupales, estas últimas son el resultado de las actitudes de las personas que integran cada grupo, dependiendo de qué tan comunes sean, su intensidad, la influencia de los líderes, etc.

Es importante mencionar que a nivel individual aplica el mismo enfoque: más que una actitud, cada persona tiene distintas actitudes, ya sea a nivel macro, meso o micro; por ejemplo, podemos hablar de una la actitud hacia el trabajo (actitud macro), que se conforma por varias actitudes meso, por ejemplo: el trabajo que realizamos (cajero, pintor, maestra, etc.); la cual, a su vez, se compone de actitudes micro, por ejemplo: realizar el reporte de gastos, recibir a un cliente, entre otros.

Como comentamos anteriormente, la influencia de las actitudes es bidireccional: las personas presentan cada día un cúmulo de actitudes distintas y las comparten con quienes le rodean.

¿Tienes identificadas tus actitudes macro, meso y micro?

En Resumen:

1. Las organizaciones y los equipos, al igual que las personas, tienen actitudes.
2. Existe una relación bilateral entre cultura organizacional y actitudes.
3. Detrás de una cultura organizacional hay conjunto de actitudes organizacionales.
4. Detrás de las actitudes organizacionales hay actitudes grupales.
5. Detrás de las actitudes grupales hay actitudes individuales.

Recomendaciones:

Para entender las actitudes en las organizaciones es importante conocer las actitudes grupales e individuales a nivel macro, meso y micro.

Si bien la actitud no lo es todo, es la base para todo, y la cultura organizacional no es la excepción.

¿Quieres mejorar la cultura organizacional? Las actitudes son un buen lugar para comenzar y la Reingeniería Actitudinal es un excelente aliado para reescribir las actitudes los colaboradores en favor de la cultura de tu organización.

La relación entre actitudes y la cultura organizacional es un tema amplio, que amerita una conferencia o, incluso, un libro completo, sin embargo, espero que este artículo haya cumplido su propósito: ayudar a darnos cuenta de que la actitud es un elemento clave en la cultura organizacional y que la Reingeniería Actitudinal puede aportar mucho para su mejora.

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