Adaptarse no hay otra

En Julio, (tras cuatros años de búsqueda incesante de trabajo y de realización de cursos), me surgió la oportunidad de trabajar como teleoperadora. Y gracias a una amiga, porqué sino, nunca hubiera sido posible. No negaré que no fue fácil la adaptación pero tras tanto tiempo de inactividad laboral me lo tomé como un nuevo reto, una oportunidad y cada día me lo repito. La mayoría de mis compañeros tienen mi edad o más, y que no se le cayeron los anillos y se adaptaron a lo que había y que a pesar a estar sobre cualificados trabajan dando lo mejor de cada uno por un precio/hora de risa y unas condiciones que no son las más coherentes. Me pregunto que está pasando, porqué a nadie le interesa gente con experiencia, que sabe trabajar, y que por causas de las crisis nos hemos visto fuera del mercado laboral. Creo que si los empresarios se pararan a reflexionar un poco se darían cuenta que invertir en nosotros sería en invertir en una apuesta segura. Lástima que se desperdicie tanto talento y ganas de hacer cosas y de aportar experiencia laboral y humana. Mientras daremos gracias a tener un trabajo de 4 horas y un contrato de 2 meses.