#22 Adelantarse a “Pensar por el otro” ¿Trampa o Prevención?

En otras ocasiones les he platicado sobre las “trampas mentales”, esos pensamientos que te detienen y se activan cuando te vas a lanzar hacia alguna situación desconocida y retadora.

Sobre todo, cuando vas a presentar algún proyecto o idea, pedir una oportunidad, hablar de un tema que te puede provocar nervios, etc.

Hoy me voy a enfocar en una de las trampas que se llama: “Pensar por otros”

Esta trampa consiste en “adelantarse” a pensar lo que el otro opinará cuando vea tu proyecto o bien te puede llegar a decir lo que “seguramente” está pasando o pensando la otra persona en este momento. Parece ilógico, pero así funcionan las trampas.

Imagina que ya tienes tu idea, tu propuesta y antes de ir a buscar esa cita, la trampa surge y te dice: “Seguro que está muy ocupado en este momento, mejor luego”, “Seguro que le presentan muchos proyectos como estos, creo que tengo que perfeccionarlo aún más”, “Seguro hay personas mejor preparadas que yo que se están postulando para este puesto”, “Seguro va a pensar de mí que...”

En fin, la lista puede continuar. Todos estos pensamientos parecieran tener un punto válido (por eso es que les creemos) y aparentemente actúan como una especie de prevención ante el miedo que puede surgir frente a lo desconocido.

¿Cómo saber si es una trampa mental o prevención?

Uno de los puntos para darte cuenta si es una trampa, es ver los resultados que este tipo de pensamientos genera.

Generalmente las trampas provocan un estado de duda permanente, el resultado de esto es que postergues de manera recurrente ese primer paso y termines por no hacerlo o bien dejes pasar tanto tiempo (usándolo para darle poder a la trampa) que la oportunidad se pierda y te gane el famoso “día a día”.

Otro de los síntomas de esta trampa es que generan rumiación, es decir pensamientos repetitivos negativos que no llegan a ninguna solución real.

Hacen “proyecciones” por ti, el problema es que estas proyecciones que hacen las trampas generalmente imaginan futuros no muy favorables o incluso catastróficos.

¿Por qué les creemos a las trampas?

Una de las principales razones es porque se disfrazan de “prevención” o de precaución, aparentemente están cuidando de ti, por eso les damos tanto peso y más cuando se activa un temor que pone en peligro alguna necesidad emocional (sentirse seguro, reconocido, amado, etc.)

Sin embargo podemos cuestionar su veracidad ya que aunque tenga un punto válido, podemos mitigar el riesgo que supone lanzarse a un nuevo proyecto, si podemos segmentar ¿Qué parte de este pensamiento es una trampa y qué parte me está diciendo que me prepare? ¿Qué parte de este pensamiento tengo la certeza de que es real?

Lo importante para salir de ella, es no quedarse en este torbellino de rumiación y empezar a cuestionarla para poder avanzar y dar pasos hacia lo que quieres lograr.

Así que te propongo algunas pautas para desenmascararla.

 1.-Identifica cuál es el pensamiento que se repite y acótalo en una frase.

Ej. “Seguro no tiene tiempo para esto”

2.-Practica presentar tu propuesta o idea con alguien que confíes o sepa del tema y te pueda dar retroalimentación sobre tus inquietudes.

3.-Identifica cuál es tu propuesta de valor e indaga con la persona en cuestión o con alguna persona afín a su campo: ¿Qué sería relevante resolver en su industria?, ¿Para esa persona qué es lo más importante?

Para que puedas verificar si su propuesta resuelve algo de su problemática o preocupación.

4.-Si tu inquietud es pedir algo, se claro en tu pedido. Pregúntate, si tuvieras que hacer tu pedido en 1 minuto ¿Qué aspectos son relevantes mencionar en tu pedido?

5.-Usa evidencias y datos. Si tu pensamiento te sigue diciendo “Seguro no tiene tiempo para esto”, trae evidencias de porque sería relevante asignar tiempo para tu idea usando datos.

Ejemplo: Sé que la compañía tiene un reto de desperdicios, ¿Tendrás algún espacio para contarte como ahorrar un 15% en seis meses?

6.-Escucha e indaga para poder llevarte las objeciones como aprendizajes y convertirlas en propuestas de valor.

Ejemplo, ¿Cuándo es el mejor momento para ti? ¿Qué si necesitas resolver? ¿Qué es lo más urgente en este momento?

7.-Si tu trampa te lleva mucho al futuro, practica regresar al momento presente, puede ser desde una sencilla toma de consciencia de tu respiración hasta prácticas que te conecten con tus sentidos y tu cuerpo para que la intensidad mental pueda ir bajando poco a poco de velocidad y te permita tomar distancia de tu pensamiento.

La indagación y verificación nos permite corroborar y no adelantarnos a “pensar por el otro”.

Tu proyecto o idea puede generar mucho valor. Al final no es solo es cuestión de valentía o de atreverse (aunque ayuda bastante) si no de poder cerrar las brechas que generan estas trampas que provocan alejarte de oportunidades, de personas que genuinamente quieren ayudarte a que crezcas y de ver tu propuesta florecer.

No dejes que una trampa nos prive de tus dones y de todas las ideas que generaran un impacto positivo en quienes te rodean.

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Extracto del libro: “El arte de diseñar puentes para la vida”.

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