Agile Coach = Samurai
Después de haber ahondado en las metodologías ágiles y estar investigando más y más sobre la figura del Agile Coach, considero que hay grandes similitudes entre un Agile Coach y un Samurai, aunque con unos cuantos siglos de diferencia, en concreto 2011 siglos de diferencia. Casi nada, ¿verdad?
Los Samurais entre muchos de sus quehaceres, se encargaban de sofocar los problemas de la época y por lo que veo, oigo e intuyo, por conocimiento propio y por experiencias de compañeros hoy en día en muchos de los casos es la principal responsabilidad, desgraciadamente. He dicho bien cuando digo desgraciadamente, porque la labor de un Agile Coach debería ser un transformador organizacional o cultural para adaptar la entidad que solicita nuestros servicios al entorno actual, que en muchos de los casos viene marcado por la transformación digital, a la que debe o debería subirse la gran mayoría de compañías.
Un Agile Coach, al igual que su homólogo en la cultura nipona, se le reconocía por sus elementos inconfundibles. El honorable Samurai, se le reconocía por su armadura, expresamente usada para la batalla, que en muchos de los casos llegaba a pesar hasta 30 kilos, y como no, su inseparable Katana. Digo bien, al decir inseparable, porque no era llevaba solamente para la batalla, sino que no salían de casa sin llevarla en todo momento.
El Agile Coach, en las empresas se les reconoce por ser maestro de ceremonia de la transformación, aunque por desgracia, cada vez más frecuente, cuando el cliente solicita una transformación, ni quiere, ni está dispuesto a ello, por el hecho de venir de una cultura tradicional en donde todo debe ser revisado y aprobado por la dirección, o por ser contratada esta transformación desde la sede de nuestro cliente a nivel EMEA o en la sede central que está a 6.000 Km de distancia. A todo esto debemos sumarle el que aquellas grandes compañías que venden un servicio de transformación no apoyen a su Agile Coach y decidan estar del lado del cliente sin preguntar si quiera a que es debido tanta incongruencia de aplicar metodologías ágiles, pero cuando tengo una urgencia decido por el artículo 33, que volvemos al método waterfall, tradicional de toda la vida.
Otro elemento que hace distinguir al Agile Coach es su título, y digo bien su título, porque hoy por hoy, hay mucho Agile Coach sin tener titulación alguna, salvo 1, 2 o como mucho 3 años experiencia en la materia y no digo que no se importante la experiencia, pero la titulación que avala que has conseguido ese título expedido por una organización internacional cuenta.
Será que son manías mías, pero no me gusta atribuirme ni logros, ni títulos, ni posiciones que no he conseguido, obtenido o me han sido adjudicadas.
Por último, pero no menos importante daros un consejo a aquellos que sois Agile Coach, consejo que utilizaban los Samurais en sus innumerables batallas, dado que el entorno que encontraréis no siempre será amigable.
Los que ignoran las condiciones geográficas, montañas y bosques, desfiladeros peligrosos, no pueden conducir la marcha de un ejército. La previsión es un grado.
En campaña has de ser rápido como el viento; si avanzas en pequeñas etapas, majestuoso como el bosque.
Gracias por vuestra lectura y comentarios al respecto.
#transformacióndigital #digitaltransformation #inktober2019
Lola Castellanos
HR Transformation Expert | C-Level | Talent Management & EX | HR Operations | M&A | @FedEx @Brambles @CHEP @Grupo Santalucía | Co-author Innovation Book | EJE&CON.#SoyPromociona
5 añosHola Lola Castellanos. Muy de acuerdo con tus consideraciones. Me quedo con esa resistencia al cambio y a adoptar la verdadera transformación en las organizaciones. El proceso de cambio es doloroso para las organizaciones tradicionales, pero la necesidad de sobrevivir o mantenerse cambiará el paradigma y llevará al cambio. Quiero ser optimista!!
Finalmente creo haber comprendido lo que es un @Agile Coach” Lola Castellanos! Un abrazo.