Ajuste por Inflación Impositivo | Todo lo que tenés que saber
A nadie se le escapa que la inflación distorsiona las cifras del balance al cierre de ejercicio. Trabajar con cifras nominales impide medir la medición adecuada del resultado de la actividad económica.
Respecto del caso particular de la liquidación de impuestos anuales no aplicar ajuste por inflación distorsiona la base imponible.
En muchos casos, la demora en la posibilidad de aplicar el ajuste determinó impuesto sobre una capacidad contributiva ficticia.
En otros, como puede suceder en empresas altamente endeudadas, se evitó computar una ganancia por inflación, que habría determinado un impuesto mayor (o un quebranto menor).
Ahora, finalmente, el ajuste por inflación impositivo dejó de ser letra muerta y ha regresado.
Un poco de historia
A pesar de la larga historia de inflación que vivió la economía argentina durante el siglo pasado, recién en 1978 la ley 21894 incorpora su impacto en la determinación del Impuesto a las Ganancias mediante el denominado ajuste estático.
Conceptualmente el ajuste estático es el reconocimiento de la ganancia o pérdida impositiva de los activos y pasivos monetarios, considerados como tales por la ley, entre inicio y cierre del ejercicio, sin considerar los movimientos del año.
En 1985 -con la reforma de la ley 23260- se incorpora el ajuste dinámico a fin de tener en cuenta el efecto de los movimientos del ejercicio que se liquida. Sin embargo no se trata de tomar todos los movimientos de manera integral sino solamente de aquellas partidas indicadas en la norma.
Por efecto de la convertibilidad, el artículo 39 de la ley 24073 suspende la publicación del índice a partir de abril 1992. Desde ese momento el ajuste por inflación queda “congelado”.
Tras el fin de la Convertibilidad, el índice continúa sin modificarse y sigue sin aplicarse el ajuste. Mientras tanto hubo empresas que recurrieron a la justicia con distinto resultado. Candy S.A. planteó que, sin considerar el ajuste por inflación, el impuesto resulta confiscatorio y la CSJN le da la razón en un fallo de 7/2009.
Recién en 2017 la legislación receptó el problema del ajuste impositivo por inflación.
En relación con la inflación se establecieron 3 institutos independientes:
a) la actualización impositiva de determinados bienes que se adquirieron a partir de los ejercicios iniciados a partir del 1/1/2018. Aplicable a todos los sujetos pero solo para altas nuevas y para determinados bienes.
b) revalúo impositivo opcional: de aplicación optativa para bienes con vida útil, adquiridos con anterioridad al 1/1/2018 y destinados a generar ganancia gravada. En este caso la norma dispuso como contrapunto del revalúo una declaración y el pago de un impuesto especial, con una vigencia acotada.
c) y, en lo que nos interesa aquí, se abrió la puerta a la posibilidad de volver a aplicar el Ajuste por inflación impositivo. La ley 27430 (12/2017) estableció que renacerá la obligatoriedad de aplicar el ajuste por inflación cuando la variación del índice de precios IPIM -acumulado en los 3 años anteriores al momento en que se liquida- fuera superior al 100%, con vigencia para los ejercicios iniciados a partir del 1 de enero de 2018.
Sin embargo, esto nunca se llegó a aplicar. A principios de 12/2018, la norma fue modificada por la ley 27468. Se cambió el índice de precios a utilizar (en lugar de IPIM se estableció la obligación de utilizar el IPC, que eran más bajos) y se dispuso un régimen de transición para los ejercicios iniciados a partir del 1 de enero de 2018.
Desde cuándo se aplica
De acuerdo a la normativa vigente para “activar” la aplicación del ajuste por inflación impositivo tienen que darse estos parámetros:
Primer ejercicio iniciado a partir del 1/1/2018Variación interanual IPC 55%Segundo ejercicio iniciado a partir del 1/1/2018Variación interanual IPC 30%Tercer ejercicio iniciado a partir del 1/1/2018Variación interanual IPC 15%
Esto produce una inequidad ya que hay meses en los cuales la variación interanual es menor al 55% y las empresas con cierre en esos meses, no aplican ajuste por inflación. Y meses con variación mayor al 55% y las empresas con cierre en esos meses sí aplican ajuste por inflación.
Es decir que, ante una situación idéntica y un mismo resultado real del ejercicio, dos empresas pueden determinar impuestos diferentes, si cierran ejercicio en meses distintos.
Para saber si corresponde aplicar o no el ajuste por inflación impositivo hay que analizar si, en cada mes de cierre, la variación interanual del IPC supera o no el 55%.
A partir de 12/2019, como se entra en el segundo ejercicio iniciado a partir del 1/1/2018 y como la variación interanual del IPC supera largamente el 30% previsto para el segundo ejercicio, el ajuste por inflación se aplica en todos los cierres, haya o no correspondido su aplicación durante 2019.
Quiénes aplican ajuste por inflación
Deben realizar el ajuste por inflación impositivo quienes liquidan por tercera categoría:
Mecánica del ajuste
El ajuste por inflación impositivo tiene dos partes, llamadas ajuste estático y ajuste dinámico.
Ajuste estático
Busca determinar el impacto de la inflación del ejercicio en las partidas monetarias al inicio.
El punto de partida son los Estados Contables de publicación del ejercicio anterior, con la apertura y detalle de los distintos conceptos incluidos en las notas, rubros, cuentas y partidas contables.
Esquema de trabajo:
Ajuste dinámico
Hasta ahora se determinó el efecto de la inflación sobre los saldos expuestos entre el inicio y cierre.
El ajuste dinámico busca considerar el efecto de determinados movimientos del ejercicio en curso que modifican el ajuste estático.
No se tratan de todas las operaciones del ejercicio sino de aquellas puntuales enumeradas por la ley.
Ajustes positivos:
Ajustes negativos:
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