AL CARAJO CON LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
El año en el que el peligro no se fue, y el año que viene donde la incertidumbre global continuara.

AL CARAJO CON LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL. El año en el que el peligro no se fue, y el año que viene donde la incertidumbre global continuara.

escribe Alex Chionetti@2023,2024.

Vivimos un tiempo tan loco como lo fueron los años veinte—hace un siglo, justamente.

Una década, un año de apatía, de inseguridad exterior e interior, donde la batalla entre el egoísmo y el altruismo de unos pocos ha alineado a muchos, y ha desordenado a muchos otros.

El ceñimiento de un Fascismo Global se desparrama sobre los ensueños socialistas de continentes y países que no han podido zafarse del neocolonialismo, y de los núcleos de poder corrupto embanderados detrás de la demagogia y de la energía muerta de parches de aparente estabilidad en los encubiertos ponchos de la memoria.

Un mundo de submundos donde encima la AI (Artificial Inteligencia) o IA (Inteligencia Artificial) nos ha despertado en lo que habían imaginado los autores de ciencia ficción ya desde hacía un siglo. Aunque no sería mas evidente en la global cinemática forma de la historia de Arthur C. Clarke donde la pesadilla del futuro seria HAL, la super computadora que reflejaría el lado mas oscuro de nuestros creacionismos. Esta trataría de eliminar a sus creadores, cuando creían que ya estaban en el mañana promisorio que la ciencia del siglo xx había asegurado a la generación milenarista.

Ahora la Inteligencia Artificial esta aquí. Arrebatando trabajos, afectando lo que era ya el di funcionado núcleo de la arquetípica familia modelada en el post industrialismo que había esculpido  tlas bases del Siglo XX, una centuria forjada con hierro y con mucha sangre.,

Eso no ha cambiado demasiado. Los bordes feudales se han mezclado con los religiosos. De los y sanguinarios Balcanes a los actuales genocidios  de la Tierra Santa y de los ucranianos, todo sigue igual.

De la misma sangre, divididos por las invenciones e introversiones de imperios, manipulantes de ideologías, jugando con la Unidad de Dios y de avatares que más bien provienen de los reinos de la Imaginación y sus juegos letales para la supervivencia. Cuando ya estamos muy viejos para seguir aceptando juegos y excusas.

La Tercera Guerra Mundial ya se ha dado desde los finales de la segunda, pero en fascículos de distribución aleatorio en el mapa de un mundo primitivo donde el poder prevalece sobre la razón y sobre” el amor del prójimo como a ti mismo.

Ahora los cerebros electrónicos de la IA  hacen todo alineando toda la basura que el inconsciente humano ha acumulado por un siglo de información electrónica. Ahora los pseudoescritores de lo

 Internauta pueden bombardearnos con artículos que se escriben a si mismo, robando, refritando los trabajadores de verdaderos autores, columnistas, conocidos o desconocidos, atraves de programas que te permiten ser hackeados por los menos pensados, y con el menor esfuerzo.

Antes del internet los retratadores tenían que acudir a bibliotecas o recortar periódicos, o darles vuelta a las manijeras de los Microfilms, y sacarles copias. Ahora la IA te ofrece mejores oportunidades, crea ahorrando leyes y subleyes de la conservación de la energía, y permitiendo leer lo que crees que has creado sentado en el retrete.

De ahí que de ahora en más debemos estar vigilantes de lo que se nos ha escapado de las manos, y que oramos poder controlarlo, aunque puede llevarnos al final de los finales.

Ya la gente se renefrega del Armagedón los vaticinios de apocalípticos de lo judeo cristiano, mientras los musulmanes—o los narcos-- como hace setecientos o más años, severan las cabezas de los infieles, o sus enemigos, o simplemente rivales.

La gente sigue apática de los mensajes en el aire. Pero ahí están. Los articulistas de pacotilla y pesadilla, los sin nombres o pseudónimos, que asoman en el bosque mediático, van dejando su cizaña.

Eso lo hemos estado viendo atraves de lo mediático, atraves de los juegos computados, por la tele y por la película de un Hollywood donde la violencia ya no tiene parangón. La Ley del Talión sigue prevaleciendo, y  los distribuidores/exhibidores no tienen vergüenza en mostrar películas de venganza y tortura en estrenos navideños.

 Aun asi, las navidades llegan para unos y no para otros. Ya ni hay tregua con blancas banderas, y ni los insonoros cacareos de la Misa del Gallo, amansan a la noche europea o a la noche americana, con engañarnos de creer que podemos iluminar el rastro de la oscuridad contemporánea.

Allá lejos y en tiempo, un nuevo presidente argentino, proveniente de una familia abusiva y autoritaria, cree que, dentro de su honesto idealismo libertario, es el elegido por las “fuerzas del cielo” para sacar a un país de medio siglo de penuria y burocracia heredada de lo peor de la burocracia legislativa creada por la inmigración europea.

Para ello confía en los mensajes de su perro desde el Más Alla. Tal vez el corazón de un perro sea la solución, lo más puro ante los debates de un congreso casi siempre en fuga, en caos.

Vivimos una nueva era .Ahora estamos re actuando lo que los  amarillentos “pulps “de la ciencia ficción norteamericana proyectaba desde la gran depresión. Un nuevo sueño  Muskaniano de un futuro de tecnocracias, y de la espera cercana de un contacto con una civilización extraterrestre.

Siempre el uso del doble sentido. De lo pragmático, de que ventaja le podremos sacar. Nos ayudaran, o terminaremos servidos en sus almuerzos?

La inteligencia de los militares norteamericanos (una contradicción de frase) dejo saber ya desde el  2017,que los presuntos ovnis que podrían ser más extraterrestres que de potencias desarrolladas, son de peligro para la seguridad (mas la nacional que la internacional). Estos parece que no saben su propia historia que repiten, ya que esto se estudió y discutió a fondo durante varias décadas después de la postguerra mundial.

 

Realmente es siempre una constante contradicción, en "El Factor Constante” (como escribía y registraba cinemáticamente  Krystof Zanussi hace cuatro décadas). Nuestra recurrente petulancia de querer contactar con una cultura extraterrestre cuando no podemos y no sabemos comunicar entre nosotros.

Cuando ni podemos detener estúpidas guerras, invasiones, o genocidios fronterizos, los bordes entre la razón y la ignorancia, entre la fe ciega y la razón, automática y desbocada

Cuando los sarcásticos del SE Ti por décadas se reían de los encuentros ovnis mientras no les contestaban desde los pulsares estelares.

Mientras tanto gritémosles,  continuemos molestando, asediando, a los que no te contestan tus mensajes.

 

 

 

 

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