Albinismo en Mozambique: salud visual y estigma social
En muchos países africanos las personas albinas afrontan problemas que van más allá de su apariencia física. La Fundación Ojos del mundo, en su compromiso contra la ceguera en países en desarrollo, realiza campañas específicas para apoyar a este grupo vulnerable en Mozambique, en la provincia de Inhambane.
Qué es el albinismo
El albinismo es una afección hereditaria que afecta a la producción de melanina, el pigmento que protege la piel, el pelo y los ojos de los rayos ultravioleta. La melanina es esencial para el desarrollo adecuado de los ojos y su ausencia afecta a la retina y al nervio óptico, lo cual deriva en diversos problemas de visión para las personas albinas, que pueden padecer estrabismo, fotofobia, errores de refracción, visión monocular e, incluso, un desarrollo anormal de la retina o la falta de iris. Muchas de estas personas tienen baja visión desde la infancia debido al desarrollo anormal de la vista, lo que afecta significativamente su calidad de vida.
Existen dos tipos principales de albinismo: el albinismo oculocutáneo, que afecta al pigmento en ojos, pelo y piel, y el albinismo ocular, que afecta principalmente los ojos y no presenta cambios evidentes en la piel y el pelo.
En España la probabilidad de padecer este trastorno es de una persona por cada 20.000. En África es de una por cada 2.500 y allí, además, el problema se multiplica. No solo porque hay más pobreza y las condiciones de la sanidad son peores, sino porque las personas albinas también llevan asociadas múltiples supersticiones relacionadas con su aspecto. En muchas culturas africanas se cree que sus cuerpos tienen poderes mágicos y curativos, lo que provoca que sean perseguidas, mutiladas y asesinadas. No solo eso, sino que algunos curanderos tradicionales difunden estas creencias, perpetuando un ciclo de violencia y discriminación.
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Campaña de revisiones para personas albinas
Se calcula que en Mozambique hay unas 20.000 personas albinas, que conviven diariamente con los problemas de visión y el estigma social que supone su condición. En respuesta a esta situación, la Fundación Ojos del mundo ha intensificado sus esfuerzos para proporcionarles atención médica y apoyo. En colaboración con hospitales y centros de día en la provincia de Inhambane, se implementan periódicamente una serie de actividades diseñadas para mejorar la salud ocular de este colectivo.
En la última jornada de consultas oftalmológicas dirigida a la población albina de Inhambane se revisó la visión a 45 personas. Además de identificar varias afecciones y tratar los problemas de refracción, se insistió en la importancia de las visitas periódicas para cuidar su salud ocular, ya que la falta de pigmentación les hace especialmente vulnerables y es vital que mantengan protegidos sus ojos.
Estas campañas no solo busca mejorar la salud ocular de las personas albinas, sino también sensibilizar a la comunidad sobre la situación en la que viven, para combatir la discriminación y la violencia que sufren.
El acceso a cuidados oculares adecuados puede transformar la vida de una persona albina. Las gafas de sol, por ejemplo, son esenciales para proteger sus ojos de los dañinos rayos ultravioleta, mientras que las gafas graduadas mejoran su capacidad para ver y realizar actividades cotidianas. Estas intervenciones, aunque parezcan simples, tienen un impacto profundo en su calidad de vida y su autonomía.
La Fundación Ojos del mundo sigue comprometida con su misión de prevenir la ceguera evitable y mejorar la salud ocular de las personas en situaciones de vulnerabilidad. Nuestro trabajo en Mozambique es solo un ejemplo de los esfuerzos que realizamos en varios países para alcanzar este objetivo.