Algunas empresas de EEUU evitan 700.000 millones de dólares en impuestos: ¿Cómo lo hacen?

Algunas empresas de EEUU evitan 700.000 millones de dólares en impuestos: ¿Cómo lo hacen?

No es necesaria una nueva filtración para saber que algunas compañías estadounidenses están adoptando estrategias offshore en sus diligencias de planificación tributaria. Es fácil encontrar esta información en los medios de comunicación. De hecho, no es necesario acudir a los medios de comunicación para averiguarlo, uno mismo puede hacer su propia investigación fácilmente. 

La razón por la que esta información está disponible abiertamente es, en realidad, bastante simple: lo que esas compañías estadounidenses hacen es evitar impuestos de un modo legal, haciendo uso de estructuras offshore, técnicas contables y otros métodos (hablaremos de esto más adelante - siga leyendo). 

Pero ¿cuál es exactamente la cantidad de activos que las compañías estadounidenses tienen depositada en jurisdicciones offshore? 

¿Cuánto?

Según Citizens for Tax Justice (Ciudadanos por la Justicia Tributaria), la cantidad de activos de compañías estadounidenses que está depositada en el extranjero supera los 2,4 billones de dólares. La cantidad que se han ahorrado en impuestos asciende a 695.000 millones de dólares. 

¿Quién es quién?

Según los datos de 2015, las tres compañías estadounidenses con más activos depositados en jurisdicciones offshore son Apple, Pfizer y Microsoft. 

Apple aseguró 200.100 millones de dólares en jurisdicciones offshore, seguida de Pfizer (con 193.600 millones) y Microsoft (con 108.300 millones). 

¿Cómo lo hacen cuando Estados Unidos aplica la tributación mundial?

Para entender cómo las empresas estadounidenses pueden reducir sus impuestos, incluso en un entorno fiscal riguroso como el de Estados Unidos, es necesario saber cómo funcionan los impuestos sobre la renta en general. 

En esencia, existen básicamente dos tipos de sistemas fiscales: territoriales o basados en la residencia. 

Fiscalidad territorial

En un sistema fiscal territorial, las empresas sólo tributan sobre los ingresos procedentes de sus actividades comerciales en esa jurisdicción en particular. Aparte de eso, no hay impuestos. 

Jurisdicciones como Belice, Chipre y Hong Kong han adoptado este sistema tributario, lo que las convierte en destinos atractivos para las empresas estadounidenses. 

Fiscalidad global

En este sistema tributario, las empresas deben pagar impuestos sobre la renta de sus actividades comerciales tanto locales como extranjeras. 

Ahora bien, el sistema fiscal global o mundial está destinado únicamente para los residentes (impuestos basados en la residencia) lo que significa que los residentes pagan impuestos sobre sus ingresos a nivel mundial, mientras que los no-residentes sólo pagan impuestos sobre sus ingresos locales. Sin embargo, hay unas pocas jurisdicciones que gravan impuestos por los ingresos globales tanto a residentes como a no-residentes. 

Una de estas jurisdicciones es Estados Unidos. 

Efectivamente, el gobierno de Estados Unidos le cobra impuestos allá dondequiera que se encuentre, siempre y cuando usted siga siendo ciudadano de Estados Unidos. Lo mismo ocurre con las corporaciones: mientras tengan su sede central en Estados Unidos, tendrán que pagar su porcentaje de impuestos - que es, por cierto, el más alto entre los países desarrollados, con un 35% - sin importar de dónde provengan sus ganancias, ya sean locales o extranjeras. 

Sin embargo, algunas compañías estadounidenses están pagando (muchos) menos impuestos que el resto. 

Caso de estudio: Pfizer

Tomemos Pfizer, como ejemplo. El traslado de sus oficinas centrales a Irlanda, a través de una fusión, reducirá su tasa de impuestos corporativos del 25% al 17-18%. Esto se traduce en un ahorro de 35.000 millones de dólares en impuestos corporativos. 

Y si esto no es lo suficientemente revelador, aún hay más que decir de las estrategias offshore de Pfizer - lo que nos lleva a la siguiente estrategia offshore, la llamada "inversión fiscal". 

¿Qué es la inversión fiscal?

En esencia, la inversión fiscal se refiere a una estrategia de planificación fiscal que conlleva trasladar la sede central de una empresa a una jurisdicción offshore. Si bien el proceso en sí mismo es bastante sencillo, para una empresa estadounidense hay un cierto modelo que funciona bien. 

Así es como funciona:

Para reducir los impuestos corporativos, una compañía estadounidense grande adquiere una compañía más pequeña en una jurisdicción offshore, para formar una nueva compañía internacional. Aquí es donde se produce la inversión o cambio: en lugar de que la empresa pequeña pase a formar parte de la compañía estadounidense, sucede al revés; la empresa que antes era pequeña se convierte en la nueva sede de la compañía global. 

De modo que, sobre el papel, la compañía estadounidense se convierte en una compañía offshore/extranjera, y está sujeta a impuestos basados en las normativas y regulaciones de la jurisdicción offshore, que usualmente utiliza un sistema fiscal territorial - lo que significa que la compañía global no tiene que pagar impuestos sobre sus operaciones en Estados Unidos. 

La inversión fiscal no cambia la operativa del negocio. Es esencialmente un cambio de domicilio a los ojos de la ley. 

Ahora bien, si su empresa no tiene sede en Estados Unidos, todo el plan fiscal termina aquí. Sin embargo, si la tiene, entonces hay algo más que ejecutar. 

Como se mencionó anteriormente, Estados Unidos adopta un sistema tributario mundial, lo que significa que si el plan se detiene al cambiar el domicilio de la empresa, sólo cambian los impuestos de la empresa estadounidense sobre sus ganancias en el extranjero. 

Para ahorrar más en impuestos corporativos, la compañía global necesita resolver los problemas creados por la superposición de regulaciones fiscales. La empresa tiene que hacer algunos cambios de manera que no esté obligada a pagar el doble de impuestos sobre los mismos ingresos. Afortunadamente, el gobierno de Estados Unidos da créditos para compensar los impuestos que las compañías estadounidenses pagan en el extranjero. 

El impuesto estadounidense del 35%, compensado por el bajo impuesto offshore, equivale a un menor impuesto corporativo. Y esto se pueden optimizar aún más mediante el uso de tácticas de contabilidad corporativa. 

¿Cómo lo hace Pfizer?

Volviendo al estudio del caso de Pfizer, esta es la forma en que Pfizer reduce sus impuestos del 25 al 17-18 por ciento mediante la inversión fiscal: Pfizer se fusionó con Allergan, una empresa fabricante de botox con sede en Irlanda, y trasladó su sede central a Irlanda, una jurisdicción que aplica un sistema impositivo global, pero que ofrece tasas de impuestos corporativos atractivas, del 12,5 al 25 por ciento, dependiendo del tipo de ingresos. 

Y no sólo la reducción de impuestos, sino que también hay otra ventaja importante que es posible gracias a esta medida: la capacidad de Pfizer de acceder a sus 193.600 millones de activos offshore es mayor. 

Conclusión

Como puede ver, hay formas en que las empresas pueden reducir sus impuestos legalmente. Técnicamente hablando, lo que las grandes empresas estadounidenses hacen, también puede hacerlo usted, independientemente del tamaño de su empresa. 

Si desea obtener más información sobre cómo puede reducir legalmente sus impuestos corporativos, puede consultarnos (consulta gratuita).

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