Ali- Foreman o la falacia del coste hundido

Ali- Foreman o la falacia del coste hundido

Schwerpunkt es un término alemán que surge de la estrategia militar y que se trata básicamente de concentrar todo el esfuerzo y los recursos en un punto para lograr un objetivo estratégico – la victoria - .

Esta estrategia ha sido usada de forma casi constante en el ámbito militar a lo largo de la historia – facilitó la victoria de Aníbal en Cannas y  fue la causa – en su versión de falacia de coste oculto – de la derrota de Lee en Gettysburg.

Pero no es infalible, porque en su propia concepción está su debilidad:

  • Corremos el riesgo de sobre simplificar el tema: y olvidar que muchos factores no están en nuestro control.
  • Caer en la falacia del coste hundido:  nos lleva a continuar invirtiendo tiempo, dinero o esfuerzo en algo, incluso cuando ya puede parecer claro que no vamos a obtener la victoria o un nivel aceptable de éxito.

 Una ejemplo en el deporte, es el combate Ali contra Foreman de 1974 en el Zaire (The Rumble in the Jungle), Foreman estuvo ocho asaltos golpeando y golpeando … hasta la extenuación, bastaron 4 golpes de Alí para tumbarlo, Foreman se había vaciado.

 Estos dos peligros pueden potencialmente aparecer como justificación a grandes proyectos de transformación que fracasan, y que siguen un esquema más o menos parecido:

  • Se plantea un proyecto muy ambicioso - con riesgo de sobre simplificación.
  • Se decide dedicar una muy importante cantidad de recursos al proyecto. En esta fase se mantiene un nivel aceptable de recursos a otros proyectos. Esta asignación de recursos es tanto de inversión como de talento.
  • ·Si el proyecto no avanza, por muy diversos motivos. Se inicia el proceso de incrementar los recursos de todo tipo (conviene olvidar que los recursos, por definición, son limitados, y el talento aún más) – SON aspirinas para la fiebre, sin saber su causa -  
  • Cuando estas aspirinas no funcionan – el coste del proyecto sigue aumentando y los costes de oportunidad de las otras iniciativas no se pueden materializar - empieza el dilema: continuar con el proyecto como sea o abandonarlo
  • En este momento, bastaría con hacer un análisis racional de análisis de la situación y tomar decisión, pero la racionalidad se ha ido de vacaciones y aparecen los sesgos cognitivos y en particular lo que se llama la falacia del coste oculto
  • La falacia se soporta en un pensamiento (lógicamente) irracional, “no podemos abandonar, es que llevamos mucho gastado, tiene que funcionar”
  • Es irracional, porque lo gastado es más que probable que sean costes irrecuperables, con lo que, en lugar de reevaluar los beneficios futuros – teniendo en cuenta los costes reales – justificamos una decisión presente en base a una situación pasada.
  • Resultado: incrementamos significativamente las probabilidades de seguir generando costes sin resultados
  • El corolario: existen muchas probabilidades que el proyecto se acabe abandonando, pero mucho después de lo que la razón hubiera aconsejado y con mucho más dinero y talento gastado que el necesario

La falacia del coste oculto es la consecuencia de la combinación de sesgos cognitivos (aversión a la perdida), miedos e incapacidad de manejar errores,  y acaba siendo el disparador de una espiral imprevisible  de problemas.

Charlie Munger (el gran Charlie Munger), frente a esta situación nos propone que nos paremos a reflexionar y que, antes de iniciar el proceso de irracionalidad, reflexionemos un poco, en sus propias palabras:

La gente se arruina porque no pueden detenerse, repensar y decir: <<Puedo permitirme descartar esto y vivir para luchar otro día. “No tengo que perseguir esto como una obsesión, de una manera que me rompa”.

(Porque) la vida, en parte, es como un juego de póquer, en el que tienes que aprender a retirarte a veces cuando tienes una mano muy querida

Saber retirarse a tiempo, es una ciencia, no es un arte, saber distinguir en que casos estamos entrando irremediablemente en la espiral también lo es.

No tengo fórmulas mágicas sobre como evitar caer, pero si, algunas reflexiones:

  • Para evitar la sobre simplificación, mirar y documentarse antes de actuar. Un amigo me contaba que en un proyecto de este tipo consultó con personas de otras compañías sobre proyectos similares, lo que obtuvo fue un conjunto significativo de elementos para minimizar los riesgos de fracaso.
  • Ser extremadamente realista con los recursos disponibles – especialmente en lo que refiero a reconocer el talento que la compañía tiene para abordar el proyecto – talento del de verdad, no del de powepoint.
  • Calcular los costes reales del proyecto incluyendo la perdida de costes de oportunidad derivados.
  • Y aún siendo conscientes de que la realidad es mucho más compleja, y que cuando la cosa se pone fea de verdad, el instinto individual de supervivencia va por encima de cualquier instinto corporativo, no permitir que pase por encima de la profesionalidad.
  • Porque si vemos claro, como equipo que i el tema no va a funcionar, lo verdaderamente profesional es esforzarse en obtener el mejor resultado posible – que puede ser incluso pararlo – minorando la perdida, se trata de evitar el ”sálvese quien pueda” procurando una retirada ordenada.

Ya lo dijo Napoleón (si es que sobrevives …)

“una retirada a tiempo es una victoria”
Juan Ribas

Sin cargos . Nuevos proyectos Senior Insurance Advisor

1 mes

Magnifica reflexión !!!Muy apropiada en estos tiempos !!!

ANA MUÑOZ

FOUNDER CEO de PONCE Y MUGAR S.L.

1 mes

Sin duda, hay que alejarse de esas situaciones, en vez de luchar sin esperanza. Muy bien traído Jordi

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