Análisis del terreno electoral en los EEUU

Las presidenciales de EEUU son el escenario perfecto para campañas catch all donde los mensajes no se centran en un nicho concreto, sino que deben sumar una amplio grupo representativo de distintos intereses. Mientras que el partido Demócrata ha mantenido una estrategia que le ha dado el voto popular en casi todas las últimas elecciones - Recordemos que en EEUU la elección presidencial no es directa sino a través de un colegio intermedio - los Republicanos han ido concentrando esfuerzos en sumar +1 colegio. Al final los Demócratas ganan en voto popular pero la concentración de electores del GOP en los estados más conservadores provoca un resultado como el de Trump o el desastre de Florida entre Walker Bush y Al Gore. La campaña de los demócratas está siendo la mejor para el país, pero pese a la desastrosa gestión de Trump y su inconsciente aliento a la división y el enfrentamiento, puede que no sea la mejor opción. Esperemos que la erosión de Trump sea lo suficientemente grande como para no estar ante un caso Hilary 2.0. Cada elección es un mapa, una realidad y un choque de discursos diferentes, así como las influencias externas, sean indirectas o la intrusión directa de Rusia. En España por ejemplo tuvimos el discurso y candidato más gris en ganar unas elecciones con Rajoy frente al discurso fuerte y liberal de Aguirre. Mientras que Rajoy movilizó el PP a la baja frente a una Aguirre que lo hubiera impulsado y puede que incluso activado nichos dormidos, la movilización de voto en contra era muy diferente entre los dos. Rajoy podía recibir críticas y sentirse como un funcionarios aburrido y apolillado, pero no provocaba la respuesta feroz en el electorado de izquierdas que hubiera votado masivamente contra Aguirre. En este caso el ala izquierda del partido Demócrata se va a movilizar al máximo para echar a Trump y sin duda es previsible un gran resultado azul, Biden es el Rajoy norteamericano contra el que no responderá masivamente la derecha como hubiera hecho contra Sanders. A eso hay que añadir los escándalos y el desconcierto provocado por Trump que movilizará al ala dura republicana, a los outsiders del sistema y los grupos radicales del alt right, pero se juega perder el apoyo de los republicanos más tradicionales, conservadores de ideales pero también de formas. Los escándalos sexuales de Trump podrían haber quedado cubiertos por las propuestas reformistas de Bernie Sanders, pero frente a Biden se hacen más escandalosas aun. La mejor baza de los demócratas es que sus votantes se movilizarán en masa y tienen el candidatos que el GOP querría. Si le sumamos la fuga de todos los cargos de defensa e inteligencia republicanos a los demócratas no debería haber sorpresas. Todo queda ya en si Rusia podrá mantener a su candidato en la Casa Blanca o la CIA y la NSA los puedan frenar a tiempo.