Ante la Crisis

Tuve un sueño, un sueño donde miraba un mundo en pandemia desde otro lugar, yo estaba al otro lado del espejo y todo se miraba pequeño, no había ruido, era silencio.

El mundo se movía lento, las agujas del reloj eran pequeñas e iban a la inversa, llovía pero nadie se mojaba porque todos estaban resguardados en sus casas.

Me sentía sola del otro lado del espejo así que pensé que podía cruzar y entrar al mundo de nuevo, toque el espejo y estaba dentro, o tal vez ellos afuera y yo estaba dentro.

Cuando comencé a caminar por el mundo, podía escuchar los pensamientos de las personas que estaban en sus casas; cuantos sueños, cuantas metas, cuanto por hacer y allí estaban sin poder más que estar en sus casas.

Primero escuche a una persona que justo acababa de invertir en un negocio y no podía más, se quejaba de como su inversión lo estaba consumiendo porque no generaba ingresos.

Luego, escuche una persona que se quejaba de sentirse aburrida, de no poder salir a dar un paseo, o comer con sus amigos.

Después escuche una mujer que se quejaba de tener que hacer las tareas con sus hijos y que su internet no funcionaba bien.

Seguí caminando y pensé, realmente estas personas la están pasando muy mal.

De repente escuche una persona llorando, así que me acerque, quería saber que le pasaba, escuche su llanto, pero luego escuche la voz de una mujer que le decía: Dios nunca abandona a sus hijos, hoy agradecemos que hay comida en nuestra mesa, que tenemos un techo, que nuestros hijos están sanos y siguen aprendiendo, hoy has perdido tu trabajo pero vamos a encontrar 1000 formas de generar nuevos ingresos, la vida no termina, la vida sigue y depende de nosotros como queremos que siga, si nos seguimos quejando o reaccionamos y actuamos.

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Hay momentos en la vida donde parece que no tenemos salida, donde todo se pone gris y no logramos ver la luz, ahora es el momento de demostrar que nacimos para ganar, quedarnos de brazos cruzados y esperar las oportunidades solo te va a frustrar.

Si todavía tienes tu empleo hoy, aprovecha y demuestra que la empresa te necesita, demuestra tus capacidades, no te guardes nada para ti, hay que entregarlo todo.

Si has perdido tu empleo, ahora más que nunca tienes que reinventarte, la vida te esta obligando a cambiar, a convertirte en una persona diferente, a generar tus propios ingresos, es la oportunidad que tienes de pensar en una idea brillante y convertirla en una gran empresa, no te dejes bloquear por la agonía o la angustia de haber perdido tu trabajo, sal a la calle y demuestra de que estas hecho.

Y nunca olvides que Dios no abandona a sus hijos.

Johana Brigitte Cabrera.