Antes que se acabe el año
Quiero iniciar este pequeño pero sentido artículo escribiendo algunas de las experiencias vividas en este 2023 que marcaron mi vida y la de mi familia y que, sin lugar a dudas, han sido unas herramientas que nos han permitido crecer tanto a nivel personal, familiar y profesional.
Inicié con un accidente el 31 de diciembre del 2022 lo que provocó que el 1 de enero del 2023 entre a la sala de operaciones y me incapacite caminar durante tres meses. Me decía a mi misma ¿qué voy a hacer? No poderme mover tres meses implicaría una serie de retos del día a día como ir al baño, tender mi cama, cocinar, y todas las actividades que hacía todos los días. Iba a necesitar ayuda. Así fue, una persona muy humana me ayudó durante ese tiempo, con mucha paciencia y serenidad, dándome consejos y siempre con una sonrisa. Nunca lo voy a olvidar.
Ese tiempo fue la prueba de fuego para: confiar, tener esperanza y mucha paciencia.
Luego tuvimos que pasar distintos problemas de orden familiar que ocuparon la mayor parte de mi tiempo, energías, y sobre todo de probarme a mi misa que las mujeres somos la roca del hogar. Que la fuerza nos viene de Dios y de María y que, si tenemos fe, podremos salir de las vicisitudes de la vida, aunque parecieran que nunca se acabarían.
Fruto de todo esto en el mes de abril mi esposo quedó vacante y la única opción era regresar a nuestra ciudad natal Quito. Eso implicaba muchas cosas, preparación, salir de la casa, mudanza a Quito, mucho trabajo, en fin. Todo eso lo hicimos en familia tratando de planificar lo que más se pueda. En el mes de mayo nos lanzamos con mi esposo a realizar un curso de Design Thinking con nuestros amigos de la Agencia de Marketing Marking de la ciudad de Loja, ellos nos apoyaron y ayudaron mucho. Lamentablemente la gente no acudió como hubiéramos querido, pero esto nos sirvió para saber que querer es poder y que, si nos proponemos salir adelante, con disciplina, pero, sobre todo, con amor las cosas salen.
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Sin lugar a dudas el regresar a Quito cambió significativamente nuestro vivir, no es que los problemas hayan desaparecido, al contrario, siguen presentes y se van presentando otros, algunos se van resolviendo, como todo en la vida. Mi lema es: “nada dura para siempre” y eso me ha ayudado a superar los obstáculos.
En estos meses la vida me ha puesto nuevas personas, nuevas oportunidades, nuevas vivencias y he visto que todo, absolutamente todo, tiene que ver con la actitud que nosotros le pongamos a la vida. Yo podría estar desesperada, preocupada, mal genio, triste, desesperanzada, pro no es así, todo lo contrario. Tengo mucha fe en que el año que viene será el tiempo propicio para forjarme, moldarme, adaptarme, aceptarme y crecer como ser humano. Seremos felices en la medida en que aprendamos de las dificultades de la vida, en la medida en que saquémoslo mejor de nosotros mismos, en mi caso ha sido aprender a tener paciencia, a ser más empática, a no perder la alegría y sobre todo la esperanza.
Estas pequeñas reflexiones les dejo porque el año 2023 no empezó bien para mí, pero termina dejándome la mejor de las enseñanzas: “si confiamos en Dios, en los seres que amamos, en que todo tiene un propósito y que somos capaces de salir adelante, todo lo que nos pase será la oportunidad para sacar lo mejor de nosotros mismos”
Un bendecido año para todos. Que encontremos esa capacidad de ser felices por lo que somos, por quienes somo y por lo que podemos hacer por otros.
ANALISTA ZONAL DE ASESORIA JURIDICA ACESS en ACESS-MSP
10 mesesVERITO QUE DIOS LE BENDIGA, SIGA ADELANTE SALUDOS A SU DIGNA FAMILIA RESPETUOSAMENT UN CONOCIDO SUYO DE TODA LA VIDA DR. GUSTAVO VARGAS