¿Apostamos por un mundo sostenible?

Vivimos en un planeta maravilloso, pero amenazado por la emergencia climática, que es cada vez más severa. A día de hoy nadie duda en que el cambio climático trae consigo consecuencias devastadoras que redundarán en grandes daños. Sin embargo, la causa de este desastre climático está identificada y proviene de la elevada emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

Está en nuestras manos frenar la catástrofe. Es una labor colectiva, una obligación conjunta. Como ciudadanos y consumidores tenemos el poder de ayudar a cambiar las cosas. Debemos cambiar los usos y hábitos de consumo, con una actitud que nos lleve a reducir el consumo de productos de un solo uso, pasando a productos que tengan un menor impacto medioambiental o un impacto cero. Tenemos que pasarnos a la Bioeconomía Circular, exigiendo que los productos que consumamos se puedan reutilizar, reciclar y, finalmente, valorizar. Así, estaremos contribuyendo a la sostenibilidad de los recursos naturales y a reducir las emisiones de CO2 que se emiten en los procesos productivos. Y para ello, debemos exigir a los gobiernos y empresas un mayor compromiso en la defensa del planeta empezando por promover la gestión sostenible de los bosques, lo que contribuye a generar valor en el ámbito rural, crear nuevos puestos de trabajo y fijar población, para acabar con la despoblación rural.

La madera es la alternativa necesaria para preservar el planeta y nuestro estilo de vida. Puede contribuir a reducir el consumo energético, minimizar la emisión de CO2 y generar aire limpio. Y es ahí, en la batalla para salvar el planeta y para recuperar el futuro, en donde el sector forestal debe convertirse en el eje sobre el que tienen que asentarse los demás sectores de la actividad económica y humana. Con ello, los beneficios serán medioambientales, pero también sociales y económicos.

Es posible conseguir un mundo mejor, realizando un consumo responsable y sostenible. Se llama, Planeta Madera.