Cada día veo con más entusiasmo cómo colegios de todo tipo se suman a la inclusión, ya sea por convicción, necesidad u obligación. Cada uno de estos enfoques es celebrado por quienes queremos crear sistemas educativos más inclusivos. El primer paso que muchos colegios han dado es crear áreas o departamentos encargados de apoyar tanto a estudiantes en sus procesos de aprendizaje como a docentes en su práctica.
Con la creación de estas nuevas áreas surgen nuevos roles para docentes y otros profesionales. Esto ha generado una pregunta crucial: ¿deben estos apoyos ser dentro o fuera del aula?
En esta discusión, es importante no polarizarse. Debemos entender los objetivos de cada tipo de apoyo, sus beneficios y aspectos negativos, para tomar decisiones informadas que beneficien a cada estudiante.
En la Guía para la Educación Inclusiva (Booth y Ainscow, 2011) se amplía la definición de apoyo, viéndolo como "todas las actividades que aumentan la capacidad del centro escolar de responder a la diversidad del alumnado". Esta definición incluye tanto los apoyos dentro del aula como los externos, invitándonos a explorar más opciones y redefinir los conceptos de apoyo.
A continuación, expongo diferentes tipos de apoyos y sus beneficios:
- Revision de los procesos de enseñanza y aprendizaje: aunque muchos no lo consideran como un tipo de apoyo, analizar nuestros curriculos y nuestras practicas de instrucion son el apoyo mas grande e importante que podemos hacer como docentes para la inclusion. Cuando analisamos estos aspectos desde la mirada de la diversidad y de las distintas necesidades que debemos cubrir en el salon, estamos apoyando a todos los estudiantes desde la concepcion incial de proceso educativo.
- Apoyos dentro del salon: aunque actualmente los sistemas educativos se estan moviendo para aumentar los apoyos dentro del salon, el solo hecho de mantener un estudiante dentro del salon no nos garantiza que nos estemos moviendo hacia una educacion mas inclusiva. Es facil ver situaciones en donde un estudiante es limitado a trabajar 1-1 con un profesor de apoyo limitando su participación con sus compañeros o trabajando en tareas monotonas que reflejan bajas expectativas. Como siempre, es importante mantener en mente las 3P de presencia, participación y progreso y asegurarnos que las 3 se esten dando dentro del salon.
- Apoyos por fuera del salon: aunque este tipo de apoyo han cobrado mala fama a la luz de las nuevos principios de la educacion inclusiva y porque se ha usado como herramienta segregadora, es importante no descartar por completo este tipo de apoyo. Los apoyos extenos, bien sean dentro del colegio o realizado por profesionales externos, son de vital importancia para el desarollo de algunos estudiantes. La diferencia en la calidad de vida que puede aportar un profesional bien entrenado en diferentes tipos de comunicacion para personas con autismo es algo que se debe proporcionar si se tiene la oportunidad. De igual forma, para estudiantes con trastornos especificos del aprendizaje, esta demostrado que con un programa sistematico e intensivo de instruccion lectora se pueden hacer grandes avances que le aportaran al exito y autoestima de cada estudiante.
- Colaboración entre docentes: un tipo de apoyo que ha demostrado ser muy eficaz es la colaboración entre docentes. Cuando los profesores planifican juntos sus lecciones, considerando las necesidades de todos los estudiantes, pueden diseñar actividades que fomenten la inclusión. Este trabajo colaborativo no solo enriquece las prácticas pedagógicas, sino que también fortalece el sentido de comunidad y apoyo entre los docentes, beneficiando directamente a los estudiantes.
En resumen, tanto los apoyos dentro como fuera del aula tienen sus beneficios y desafíos. Lo importante es no verlos como opciones excluyentes, sino como complementos necesarios para atender la diversidad del alumnado de manera efectiva. Invito a todos los profesionales de la educación a reflexionar sobre estos tipos de apoyo y a compartir sus experiencias. ¿Cuál ha sido tu enfoque y qué resultados has observado? ¡Deja tus comentarios y sigamos aprendiendo juntos para construir una educación más inclusiva!
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7 mesesQué alegría ver este tipo de artículos sinceros. La inclusión no debería ser obligada. Y a medida que leo más sobre los incentivos disfrazados de buenas intenciones en los colegios, veo que son pocos los que tienen los anteojos adecuados para detectar las falsas iniciativas de trabajar por una real capacidad de respuesta. Esto es un proyecto, arduo, que no sale de la noche a la mañana con una app, o una persona no màs. Es trabajo de todos, como es la educación. De todos! Fin de mi RANT, ejeje.. Abrazo Juan Felipe Cortes