Aprende a leer el rostro de tu cliente.
Es comprensible, hay tantas cosas qué para alguien que descubre nuestros recursos, su potencial y aplicación práctica que surgen dudas. Siempre os contesto lo siguiente. Cuando estás cara a cara con otra persona, CARA A CARA. ¿qué es lo que tienes delante y en lo primero que te fija
En la cara, ocurren muchas cosas y es fácil conocer qué observar en ella y practicar.
Una de ellas, en la que cualquier empresario, cualquier trabajador, comercial, vendedor o persona con una inquietud por aprender a utilizar lo que es la comunicación no verbal que la otra persona está mostrando y utilizarla para tener información en tu beneficio, como puede ser aumentar tu volumen de ventas, hacer entrevistas para seleccionar un candidato con los valores demandados por tu empresa, o detectar si alguien no te dice la verdad, lo más asequible es detectar las micro expresiones faciales en la cara.
Os voy a aportar una experiencia personal del potencial que tiene y os la voy a extrapolar al mundo profesional después con un caso propio real.
Una de las cosas que a mí más me gustan y que más me llena es la de acompañar a los profesionales en su día a día, ya sea ese comercial que quiere vender más, o el empresario que quiere mejorar su liderazgo en la empresa. En general cualquier persona que tenga una inquietud ser su sombra y ver qué es lo que hace, cómo lo hace, cuáles son sus reacciones durante las interacciones con las otras personas, qué es lo que se pierden en esa comunicación, de las que no son conscientes, pero existe.
Desde el punto de vista de la comunicación no verbal qué es lo que yo veo y te estás perdiendo.
Es algo que disfruto mucho y es apasionante, la gente aprende muchísimo. Porque cuando sales de una reunión y le das el feedback, pasas a la consciencia, la línea argumental que elegiste y cómo, ésta cambia, con la información que tú le das, la persona empieza a reflexionar sobre ello y como nadie nos ha enseñado a hacer esa lectura con muy poco y haciendo un trabajo continuado, el progreso que tienen esas personas cuando afrontan esas mismas situaciones que han experimentado antes es abismal. Por eso me encanta acompañar a la gente y más credibilidad consigues disfrutando de tu trabajo.
Bien, estaba acompañando a un comercial que vendía productos de alimentación a hostelería.
A primera hora de la tarde fuimos a tomar un café y decidió hacerlo a un cliente de la empresa, aunque el cliente no era suyo, era de otro compañero. Entramos, se identifica, y le pide al Camarero un café en los términos siguientes.
¡Me ha dicho Antonio que me tratéis bien! Así, en tono entre colegueo y jocoso.
Y acto seguido le veo al camarero una micro expresión de desprecio, es decir, levanta la comisura izquierda de la boca unilateralmente.
Primero, pero ¡como le dices eso! ¡¡que te trate bien!!
Es decir, pones el foco en ti, en vez de en la otra persona. Le tienes que hablar a los demás de las cosas que a ellos les interesan, no de lo que tú quieres.
Hubiese sido más elegante decirle: mi compañero Antonio me ha recomendado tomar un café aquí porque tratáis a los clientes de lujo y que el café es de lo mejor de la zona así que hemos decidido probar vuestra hospitalidad con un buen café. Sin duda hubiese sido mejor que la otra.
Lamentablemente la pata ya estaba metida, no había vuelta atrás. Al camarero no le había hecho gracia ese comentario.
Imagina poder detectarlo, sabes que has herido a la otra persona, has metido la pata y eres consciente gracias a que has detectado esta micro expresión.
¿Qué es lo que haces?
Reconduces la situación. ¿Y si dices? Me gusta ayudar a nuestros clientes consumiendo y gastando nuestro dinero en vez de dárselo a uno que no lo es. No sé, intenta solucionarlo de alguna manera con tu pericia.
Si ese contexto lo llevamos al mundo empresarial. Imagínate la siguiente situación:
Presentamos un contrato a nuestro interlocutor (también puede valernos si es una oferta o similar). Éste lo revisa, pasan los segundos, tu rezas porque no se eche atrás a última hora y de repente, en alguno de esos puntos, no sabes cuál, esa persona hace una micro expresión de asco.
Primero, pero ¡como le dices eso! ¡¡que te trate bien!!
Es decir, pones el foco en ti, en vez de en la otra persona. Le tienes que hablar a los demás de las cosas que a ellos les interesan, no de lo que tú quieres.
Hubiese sido más elegante decirle: mi compañero Antonio me ha recomendado tomar un café aquí porque tratáis a los clientes de lujo y que el café es de lo mejor de la zona así que hemos decidido probar vuestra hospitalidad con un buen café. Sin duda hubiese sido mejor que la otra.
Lamentablemente la pata ya estaba metida, no había vuelta atrás. Al camarero no le había hecho gracia ese comentario.
Imagina poder detectarlo, sabes que has herido a la otra persona, has metido la pata y eres consciente gracias a que has detectado esta micro expresión.