Aprendo, emprendo y crezco
Es común escuchar por parte de nuestros padres, familiares, amigos y allegados que aquellas personas que no terminan una carrera universitaria, están destinados a fracasar y más aún cuando se es mujer.
En muchas ocasiones, la recomendación para las mujeres es buscar un buen esposo o compañero que supla las necesidades básicas, lo que limita la mujer al rol de dependiente.
Entonces, surge la pregunta: ¿De qué otra forma se puede lograr el éxito, si no se han “tirado páginas para la izquierda”? La respuesta puede sonar trillada y repetido en múltiples ocasiones, pero sigue siendo la única: emprendiendo, puede sonar como un cliché, pero es cierto.
Las mujeres por naturaleza tenemos esa sed de aprender algo nuevo constantemente, actividades tan sencillas como tejer, bisutería, macramé y hasta la un poco olvidada técnica de porcelanicron pueden hacer la diferencia entre esperar que llegue el día de pago o convertirte en una emprendedora que está generando ingresos de manera constante.
Si, así es, como madres en ocasiones resulta difícil salir y tener un pequeño negocio fuera de la casa y esta es la ventaja que los oficios manuales ofrecen. Desde tu hogar, en tu hora de almuerzo, mientras tus hijos duermen o hacen la tarea, puedes estar creando para tu microempresa.
No dudes en comenzar a emprender. Cada una de nosotras cuenta con una red de mercadeo y ventas de la que a veces no sacamos provecho, por no darnos damos cuenta, o quizá por temor y vergüenza. Si aún no sabes a que me refiero seré más explícita: me refiero a nuestras amigas.
Así que saca de tu cabeza que por el hecho de no haber terminado una carrera universitaria o no haber tenido una educación formal, no estás destinada al éxito.
Quítate ese mito de que por no tener un título colgado en la pared de tu casa no cuentas con la habilidad de poder crear y lograr cosas increíbles, porque para emprender, crear y lograr grandes cosas, el único título que necesitas es el de emprendedora y para graduarte con altas calificaciones solo debes creer en ti, rodearte de personas positivas que también crean y hacer oído sordo a cualquier palabra que pueda desanimarte.
Decídete a ser la mejor profesional en lo que decidas ser y si esto es una fábrica de dulces, que seas la mejor haciendo caramelos.
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