Atracción de talento vs. candidatos. ¿Quién tiene la razón?
Atracción de talento vs. candidatos. ¿Quién tiene la razón?
¿Quién tiene la razón? ¿Las áreas de Recursos Humanos (con sus reclutadores, researchers y head hunters) o los candidatos, es decir, los buscadores de empleo?
Como todo en la vida, todo depende desde el punto de vista que veamos las cosas. Cada quien, desde su lugar y su mirada juzgará (e incluso podría agredir) a unos u otros, dependiendo del lado del escritorio (o del correo electrónico) en que se encuentre.
¿Y si vemos las dos caras de la moneda? Tanto reclutadores como candidatos tienen sus retos y también sus áreas de oportunidad. Y todos conforman el mundo laboral, tan necesitado de empatía.
De parte de los candidatos las quejas más frecuentes son que los reclutadores no dan seguimiento, que no dan las gracias y que dejan a los candidatos sin información respecto a los procesos en los que están o han estado.
Y sí, tienen razón en buena parte, aunque, es justo decirlo: NO todos los reclutadores son así. Al igual que al hablar de hombres o de mujeres, es equivocado generalizar y decir que todos son iguales.
Al candidato le pregunto:
¿Te has puesto a pensar en las veces que no entraste puntual a tu cita, virtual o presencial, o las veces que faltaste a una entrevista ya confirmada y no tuviste oportunidad de avisar que no te presentarías?
Quizá no has pensado que, así como tú, del otro lado del escritorio hay un ser humano que como tú también está abrumado con mil pendientes: revisa mensajes, mails, confirma citas, habla con candidatos y hace informes. Los reclutadores también son personas que quizás, solo quizás, cometan algunos errores por culpa de su carga de trabajo, no por molestarte.
Al reclutador le interrogo:
¿Te has puesto a pensar en todo lo que un candidato tiene que hacer para asistir o aceptar una entrevista?
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Quizá de pronto te olvides del tiempo y dinero que cuesta su traslado (si es presencial) o el que tal vez no tenga una computadora o dispositivo adecuado para conectarse a Internet, si la entrevista es virtual.
Es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la propia. Considero que en ambos sentidos hemos perdido el sentido de empatía, de compasión por el otro.
Candidatos y Recursos Humanos han quedado envueltos en la velocidad de los cambios actuales. No solo por la manera de comunicarnos, que permite que podamos revisar y descartar decenas de perfiles o de puestos en pocas horas. También por la apabullante manera en que cambian las necesidades de las empresas, las características de los puestos y el mercado de sueldos.
Tal vez sin advertirlo, tanto reclutadores como candidatos hemos permitido que esa velocidad, la enorme competencia y hasta el anonimato que nos da Internet nos quite un poco o mucho de humanidad.
¿Y si mejor elegimos mirar al otro con empatía? ¿Y si en lugar de juzgar a nuestra contraparte nos tomamos un momento para preguntarle: ¿todo bien?.
Eso será fácilmente realizable si, en vez de reaccionar en automático activamos una imaginaria palanca de parar y observar para darnos cuenta de que el “otro” es como nosotros en más de un sentido. Y que merece la misma empatía que queremos para nosotros mismos.
Hoy más que nunca se necesita de la solidaridad de todos, de generar sinergias, de hacer un frente conjunto que aporte, que ayude, que brinde oportunidades.
Reclutadores: ¿Y si hoy nos comprometemos a darles seguimiento a los candidatos, aunque sea lentamente, o solo por mensaje? ¿A decirles desde un principio si cubren o no con las características de los perfiles o simplemente, a decir “gracias”?
Candidato, ¿y si hoy te comprometes a respetar el tiempo del reclutador, de la misma forma que deseas que respete el tuyo? ¿A ser honesto cuando un proceso no te interese? Así, no solamente estarás ayudando un poco a un semejante, sino también dejarás la puerta abierta a futuras oportunidades. Finalmente, nunca sabemos cuando vamos a necesitar uno del otro.
Hagamos sinergia. Generemos consciencia de formalidad y compromiso, de empatía y solidaridad.
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