Autónomos frente a la emergencia
Si eres un trabajador autónomo o pequeño empresario, todavía debes estar grogui. De un día para otro, posiblemente te hayas visto confinado en casa por tiempo indefinido, con toda la facturación del año tambaleándose y tus gastos esperándote a fin de mes.
Te voy a dar tres ideas para poner un poco de orden en tu economía: Algunos aspectos prácticos, cuestiones de planificación y reflexiones más profundas.
¿Qué puedes hacer?
1. Estudia si puedes acogerte a las ayudas previstas para los trabajadores autónomos. Lo primero es lo primero. Si cumples los requisitos, recibirás una prestación mensual equivalente al 70% de tu base de cotización (661 € si es la base mínima) y no deberás pagar la cuota de autónomos mientras persista el estado de alarma. ¿Los requisitos? Haber cesado la actividad o haber reducido tu facturación al menos un 75% el mes antes de solicitar la ayuda respecto de la media mensual del segundo semestre de 2019. Es decir, si tu facturación mensual media durante ese periodo fue de 2.000 euros y en febrero facturaste 500 euros, cumples el requisito de caída de ingresos del 75%. Y no hace falta que te des de baja para cobrar la prestación.
Si tienes empleados, puedes también acogerte a un ERTE, que es una suspensión temporal de los contratos de los trabajadores, por el que éstos percibirán del Estado un 70% de la base reguladora.
Por otro lado, si necesitas financiación para mantener tu actividad debes saber que el Estado está avalando el 80% del importe de créditos para autónomos y empresas, con el fin de proteger la actividad económica y el empleo. Puedes llamar a tu entidad bancaria para conocer las condiciones. Aunque éstas sean interesantes, nunca te precipites a la hora de pedir un préstamo.
Este tipo de medidas pueden ser un pequeño alivio en un parón de actividad como el actual, a espera de conocer las dimensiones exactas de esta situación insólita.
Algunos enlaces de interés:
http://prensa.empleo.gob.es/WebPrensa/salamultimedia/documento_enlaces/guias_ayuda.pdf
2. Analiza a fondo los números de tu negocio. Mientras vas conociendo las ayudas disponibles y evaluando los daños de la situación, puedes aprovechar el parón para hacer la cuenta de resultados de tu negocio (quizás ya lo haces, ¡en ese caso felicidades!).
¿Cuánto has ingresado (facturado) cada año?, ¿cómo han evolucionado los gastos que debes asumir para llevar a cabo tu actividad (compra de mercancías, gastos de personal, gastos generales…)?, ¿el pago de las deudas se “come” tus beneficios?, ¿qué beneficio neto has obtenido de tu actividad?
Digo lo de “cada año”, porque si llevas un tiempo trabajando por cuenta propia, te interesa hacer las cuentas de varios años. Para poder comparar y observar su evolución.
Hacer bien los números te permite conocer la situación de tu negocio, anticipar problemas, planificar el futuro, y responder a una gran pregunta: ¿Puedes vivir de tu negocio? Una pregunta que sólo puedes responder si, además de llevar bien las cuentas de tu negocio, tienes controladas tus finanzas personales a través de un presupuesto de tu economía personal y/o familiar.
Me ha sorprendido leer bastantes testimonios de trabajadores autónomos o pequeños empresarios que afirmaban que no podían aguantar un mes sin ingresos, ni siquiera dos semanas. Uno de los objetivos de una buena planificación económica y financiera es precisamente poder soportar una caída drástica de ingresos durante unos meses. Aunque ya sé que esto puede ser algo mucho más gordo que un paréntesis, disponer de un fondo de emergencia siempre ayuda.
3. Diseña tu estrategia de futuro. Es muy posible que la magnitud de lo que está sucediendo cambie algunas cosas. Quizás muchas. Y a ti, como autónomo, te va a afectar mucho, bastante o un poco. Lo que es seguro es que puedes darle una vuelta a lo que haces y también a cómo lo haces. A pensar en lo que vendes, y a quién lo vendes. Tómate el tiempo para imaginarte lo que te encontrarás dentro de unos meses cuando salgas de la cueva. La capacidad de anticiparse es siempre una virtud, pero en el entorno actual es una necesidad.
Situaciones como la que estamos viviendo, precipitan cambios que en condiciones normales hubieran precisado décadas. Tu negocio no será ajeno a ello.