Autoetnografía II-II

Autoetnografía II-II

El trato que le das a los datos y la información recabada es relevante para dar una base a lo que nos encontramos investigando, pero lo fundamental -pienso- es procurar poner en el centro las motivaciones sin dejar de lado el objeto de estudio. 

Pensemos en investigaciones sociales que ponen en el centro a las personas y regresando un poco ¿será  asequible validar el conocimiento que se tiene -como un valor- un capital que de forma en cómo se construye y analiza los procesos que forman parte de un conocimiento?

Hay que situar esta reflexión en un ejemplo, entonces, de qué manera se puede analizar un tema sin salirnos de una posición de análisis que nos de la base necesaria para su comprensión, pero también, para disponer de un contexto que visibilice diferentes circunstancias, ámbitos y roles dentro de este proceso de investigación, es decir, poner en el centro la agencia de las personas pero sin dejar de lado el contexto. Pensemos en los -acentos culturales-, el tema en cuestión son interacciones que van induciendo movimientos personales al analizar un tema en específico.

Bajo la perspectiva de práctica social y discurso sustantivo, aterrizo dos momentos fundamentales en la recopilación de la información -el trato de datos y su análisis- pero no profundizo sobre las limitaciones que tiene cada uno de esos dos momentos. 

Las ciencias sociales deben regirse por el principio de la neutralidad valorativa. Lo que puede hacer es mostrar los valores de las y los actores sociales, cuáles son factibles dadas unas determinadas circunstancias y cuáles son aquellos a los que se les asigna mayor importancia para orientar la acción. Es decir, implica la selección de problemas que son interesantes porque tienen una importancia cultural concreta. Por ello, la objetividad científica no requiere investigadores o investigadoras sin valores y emociones (Mora 2019, 84). 

De alguna forma, la neutralidad valorativa de camino a poder establecer una postura, rol, o posición dentro de la investigación. La consideración conceptual de “neutralidad" en las investigaciones sociales, así como la idea que va pegada junto con esta noción -un tanto escondida o en momentos sobreentendida- “objetividad”, resulta ser un momento incómodo en la elaboración científica y en su rigor para no perder la validez, es decir,  de cierta forma justificamos nuestra aproximación al objeto de estudio. 

Tener una postura neutral y lo suficientemente alejada facilita la objetividad, hablar de “autoetnografía” sitúa ante el trabajo de campo y análisis una perspectiva reflexiva, consciente desde el lugar y rol que se ocupa. Así mismo, el trabajo de campo es un procedimiento de investigación que está enmarcado en el método etnográfico como una herramienta, en la que además, las tensiones y paradojas que dan lugar durante el quehacer del investigador cuando éste se dirige a captar la profundidad de la experiencia humana, social y culturalmente mediada son fundamentales para identificar desde donde se está mirando.

Por último, Guerrero (2014) considera que “la autoetnografía es un recurso novedoso tanto en la investigación básica como en la aplicada, que está contribuyendo a generar enriquecedores debates acerca de la construcción del conocimiento en las ciencias humanas y sociales”. (p. 1237). 


 Bibliografía 

Guerrero J (2014). El valor de la auto-etnografía como fuente para la investigación social: del método a la narrativa. https://revistas.um.es/azarbe/article/view/198691 

Mora E. (2019). Autoetnografías, Cuerpos y Emociones http://llibres.urv.cat/index.php/purv/catalog/view/408/426/966-1

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