Autorretrato

¿¡Hola, apreciado lector! Hoy me encontré navegando en las redes y me encontré con el periodista y escritor de mirada aguda, Jaime Bayly, que me invitó a explorar el fascinante mundo de los autorretratos.

En este maravilloso encuentro, Bayly nos habla de gigantes artísticos como Van Gogh y Frida Kahlo, cuyos autorretratos son ventanas a su alma. En esas pinturas, ellos desgarraron el velo de su humanidad, mostrando sus dolores, sus fantasmas, y narrando sus historias en lienzo crudo, sin máscaras que oculten su verdad.

¿Pero qué tiene que ver todo esto con este espacio? Resulta que este recorrido por los autorretratos artísticos me lleva a pensar en un espacio que todos necesitamos: un lugar para el crecimiento personal.

Imagina una sesión de coaching, consultoría psicológica o incluso arteterapia. En ese momento, cada consultante es como un artista frente al lienzo en blanco de su vida. A veces, ven su propia imagen a través de los ojos ajenos, una imagen distorsionada por las expectativas y juicios externos. Aquí es donde, los acompañantes del proceso, se convierten en metafóricamente en espejos. Su misión es reflejar la realidad de cada persona para que puedan verse a sí mismos con sus propios ojos.

Es un acto de valentía y autoaceptación. Mirarse de cerca, observar las heridas, limpiarlas y permitir que cicatricen. Reconocer los errores, entender lo que falta, y tomar las riendas de lo que desean cambiar. En este proceso, el autorretrato se pinta con compasión.

Los ojos con los que se miran son los suyos propios, y aprenden a verse en su totalidad.

Es una imagen benevolente y amorosa que abraza las imperfecciones y celebra los recursos y habilidades que poseemos. En ese lienzo, la persona se convierte en su propio maestro artista, pintando una imagen que refleja su auténtica esencia y sus aspiraciones más profundas.

Así que, querido lector, te pregunto: si te invitara a pintar tu autorretrato hoy, ¿cómo sería esa imagen de ti mismo? Permítete explorarte, si necesitas que alguien te acompañe en el proceso, conta conmigo.

Con afecto, Ser Posibilidad

Nancy Lorena