Ayudando a Ayudar

Buenos días Equipo!

En días recientes estuve interactuando con un proyecto en LinkedIn y recibí una respuesta que hizo eco en mi subconsciente, pero no me había dado el tiempo de reflexionar.

Ya me di el tiempo, así que sirvan estas líneas para compartir.

La frase que hizo eco fue la siguiente: "así es como los mexicanos nos ayudamos en situaciones difíciles."

BOOOMMMM! Me cayó el 20.... ¡Soy parte de la sociedad civil mexicana!

Había olvidado lo bien que se siente. 

La verdad, aunque nací en otras tierras, SI me considero parte de la sociedad civil mexicana, sobretodo después de haber llegado a este hermoso país hace 10 años. 

Pero además del sentido de pertenencia, me invade el sentido de responsabilidad por lo bueno o malo que pueda ocurrir aquí.

Mi voluntad de apoyar al proyecto en el que recibí ese comentario tiene su raíz en una profunda gratitud que siento hacia México por habernos brindado un hogar amigable a mi, a mi familia, y a miles de paisanos míos que tuvieron que emigrar al igual que Yo.

Creo que mi país natal y México comparten muchas características positivas que nos unen, pero la más remarcada es esa solidaridad en situaciones de crisis. Esa capacidad inexplicable que tenemos para conectarnos en momentos de tribulación. 

Tender una mano sin interés, con el solo propósito de... "echar la mano..."

Hago hincapié en "esa cosa tan buena" que nos une, porque nosotros también éramos así.  

Seguimos siendo así en el fondo, solo que ya no estamos unidos. Ahora estamos divididos, y dispersos alrededor del mundo entero. 

Y mi experiencia me ha enseñado que la principal razón por la que nosotros estamos divididos y dispersos alrededor del mundo es esta:

Los representantes del odio, la división, y el resentimiento tratarán siempre de hacernos creer que todo lo malo que ocurre es culpa de alguien más.  

Probablemente en algunos casos si estén en lo correcto.  

Sin embargo, he aprendido a través de los años a reconocer un problema muy grave con ese mensaje constante de odio, división, y resentimiento: 

Tendemos a asociarlo en automático con la idea de que no hay nada que podamos hacer. 

Por alguna razón que valdría la pena estudiar, cuando a los seres humanos en general nos dicen que las cosas son culpa de alguien más asumimos de forma abstracta e inmediata que las soluciones entonces dependen de alguien más.

O al menos, de alguna organización, ¿no?...  

Asumimos que:

• "El problema es muy grande, y nuestra aportación muy pequeña..."
• "No vale la pena siquiera mover un dedo..."
• "Algún día tocará que se voltee la moneda..."

"Y mientras llega ese día, que sean ellos quienes se ocupen"..., dice nuestro subconsciente, intoxicado con odio, división, y resentimiento.

Sin embargo, quiero que hagas una pausa por un momento, y leas muy bien esto que he escrito especialmente para ti:

Creer que "los culpables" van a arreglarlo, o peor aún, creer que seamos víctimas indefensas sin nada que podamos hacer equivale a un suicidio moral, fatal para cualquier sociedad civil. 

Después de ver numerosas publicaciones en LinkedIn y grupos de Whatsapp durante la contingencia, la verdad mis queridos hermanos mexicanos es que somos más los que estamos dispuestos a tomar acción, sin importar cuán pequeña sea.

Somos más:

• Los que nos levantamos cada mañana a trabajar duro por nuestra empresa, nuestros clientes, y nuestra familia.
• Los que queremos hacer el bien; tender la mano; estudiar; aprender algo nuevo; innovar.
• Los que no nos importa disparar unas tortas de jamón para cambiarle el semblante a alguien que pasa una situación difícil.

No soy perfecto, a diario siento la tentación a sobre-analizar cuántas "pequeñas contribuciones" hacen falta para representar un cambio verdadero.

Recientemente realicé un proyecto de digitalización sin costo para un emprendedor de esta red social, valorado en USD $ 1,749 anuales. 

Un proyecto llamado tortaschalu.com

Fue una aportación voluntaria de mi parte y de mi empresa. Una aportación pequeña. Considerando que en materia de emprendimiento, USD $ 1,749 es nada.

Pero hoy por hoy se que este desarrollo está sirviendo para facilitar al operador y sus clientes la donación electrónica desde cualquier parte del mundo de un plato de comida a una persona que lo necesita.

Sentado acá en mi oficina mientras escribo estas líneas no hago más que pensar: 

• ¿Cuantas personas tendrán el buen corazón para donar un plato de comida mientras tortaschalu.com esté en línea?
• ¿Cuántas personas en situación de necesidad van a recibir un plato de comida de forma inesperada?
• ¿Cuántas personas van a ver mi pequeña acción y la pequeña acción de otras personas, y se van a motivar para contribuir lo que puedan?

Reflexiono sobre el efecto compuesto (compounding effect) que tiene toda pequeña acción cuando es vista a través del túnel del tiempo. 

Y me pregunto: 

¿Será que nuestras pequeñas acciones son realmente pequeñas?

Si leíste hasta aquí te pregunto esto: 

¿Haz visto en persona las sonrisas que se dibujan en el rostro cuando extiendes un plato de comida a personas que lo necesitan?

Yo si, y te digo con total convicción: 

Estos son los mejores USD $ 1,749 que he invertido en mi carrera.