BAILE LENTO
Me dio una lección de humildad, me pone los pies en el suelo.
Llegando casi al final del libro de Tim Ferriss "La semana laboral de 4 horas", me tope con este poema que una niña enferma le envió.
Me identifico en varios de los pasajes de este poema, y no podia resistirme a compartirlo. Quizás te ayude a recapacitar en ciertas cosas que hacemos o que no hacemos todos los días.
Cuantas veces nos perdemos cosas importantes, por creer que tienen prioridad otras cosas que son aparentemente importantes.
Cada día deberíamos reservarnos un hueco en nuestra agenda y pararnos a pensar de forma crítica. ¿Dedicamos realmente tiempo a lo que nos importa?
BAILE LENTO
¿Alguna vez has mirado a niños
montar en tiovivo?
¿O escuchado cómo la lluvia
cae golpeando el suelo?
¿Seguiste alguna vez el vuelo
errático de una mariposa
u observaste el sol desvanecerse
en la noche?
Aminora la marcha.
No bailes tan deprisa.
El tiempo no dura.
La música dejará de sonar.
¿Atraviesas con prisas días
que se te pasan volando?
Cuando preguntas: ¿cómo estás?,
¿escuchas la respuesta?
¿Al final del día
te tumbas en la cama,
con los próximos mil recados
pululando por tu cabeza?
Aminora la marcha.
No bailes tan deprisa.
El tiempo no dura.
La música dejará de sonar.
¿Alguna vez le dijiste a un hijo
«lo haremos mañana»
sin ver por tus prisas
la pena en sus ojos?
¿Alguna vez perdiste el contacto?
¿Dejaste morir una amistad
por no tener tiempo
de llamar para saludar?
Aminora la marcha.
No bailes tan deprisa.
El tiempo no dura.
La música dejará de sonar.
Cuando corres tanto para llegar,
no disfrutas del camino.
Pasar un día agobiado y apresurado
es como tirar a la basura un regalo sin abrir.
La vida no es una carrera.
Tómatelo con más calma.
Escucha la música antes
de que la canción se acabe.