Bajen tres rayitas a las expectativas, es hora de guardar la capa de superheroínas y dar lo mejor que podemos
Foto: Lorena Rodri

Bajen tres rayitas a las expectativas, es hora de guardar la capa de superheroínas y dar lo mejor que podemos

Además de Directora de Operaciones, Profesora, Chef, Enfermera, Coach y Mamá en su vida privada, muchas mujeres continúan con su vida profesional, muchas fuera de su casa como las médicos y enfermeras, y otras con más suerte trabajan desde casa, “teletrabajan” como le llaman en España.

Hablaba con una amiga Directora de Finanzas de una compañía multinacional y me comentaba que esta situación es, por mucho, lo más difícil que ha encontrado en su relación matrimonial.

Ella vive con su esposo, su hija de 6 años y su hijo de 3. Su madre está viviendo con ellos y tiene la bendición de contar con una señora que la ayuda y que ha decidido quedarse a pasar la cuarentena con ellos, en lugar de irse a su casa.

Desde el reto de ir al baño “en privado” hasta tener que atender la llamada de su jefe que le pide el último reporte de ingresos proyectados en el ¡escenario A, B, C, D, y WXYZ, mientras su madre le increpa por qué está en el celular todo el día, en vez de explicarle a la niña de 6 años las 25 tareas que le han dejado para el viernes.

Teletrabajar manteniendo los estándares de 9 a 5, no es realista, (especialmente con los nuevos “colaboradores” y el nuevo rol de profesora). Los horarios y metas van a tener que ajustarse, así como también las expectativas de todos, mientras las mamás se adaptan a sus nuevas responsabilidades.

Es normal que en este momento las mujeres que trabajan, y las que no también, se sientan agobiadas. De repente no tienen dos trabajos, sino cinco. Diferentes estudios han determinado que las responsabilidades del hogar los lleva la mujer en mucho mayor proporción que el hombre.

Para una mujer, que cumple en época normal su horario de trabajo, hay un “segundo turno” en el que debe ocuparse de ir al supermercado, revisar deberes, acompañar niños al médico, etc.

En estos momentos la situación se ha puesto más difícil y seguramente todos aprenderemos muchas cosas, entre ellas a valorar más el trabajo de las mujeres en el hogar.

Es muy importante entender que la responsabilidad del bienestar es personal, entendamos que desde el bienestar podemos ayudar más, desde el amor, podemos ser más empáticas y comprensivas con los demás y sobre todo más compasivas con nosotras mismas.

Bajen tres rayitas a las expectativas, es hora de guardar la capa de superheroínas y dar lo mejor que podemos, sin morir en el intento.

Pidan ayuda cuando la necesiten, hablen de sus horarios con su jefe, sin miedo. Ayuden en los deberes escolares sin querer que su hijo saque 100, mantengan una buena alimentación sin pensar todo el día en que van a preparar de cena diferente, aléjense del perfeccionismo; este es un momento en que su energía debe estar enfocada a mantener la serenidad, para poder contrarrestar el efecto psicológico de la incertidumbre.

Y en definitiva bájenle al drama. Quejarse no sirve de nada y le hace mucho daño al cerebro y por supuesto a las relaciones. Nadie sabe lo que va a pasar, no conviene futurizar en exceso, no es recomendable para nuestra salud mental. ¿Y si dentro de poco descubren la vacuna para el COVID19?

Conviene ser prudente, eso sí, hacer lo que a cada uno le toca, y confiar. Recuerden que el miedo es falta de FE. ¡Confíen en Dios o como le llamen a su Ser Superior, todo pasa, el coronavirus también pasará!

Atiborrarse de noticias, televisión, azúcar, charlas tóxicas, comida o cualquier otro compensador tampoco ayuda, en su lugar, aprender algo nuevo, tener sentido del humor, mover el cuerpo (bailar, hacer ejercicio, yoga, etc.), meditar y tener conversaciones honestas desde el amor, ayudarán a sobrellevar el reto cada día.

¡Cuiden sus pensamientos! Y cuiden sus palabras. El cerebro está diseñado para nuestra supervivencia, no para ser feliz, en este momento es cuando debemos hacer un gran esfuerzo por escucharnos y gestionarnos, ¿no sabes cómo hacerlo?, busca información, si algo tenemos ahora en internet en eso, hay miles de cursos, charlas y apps de inteligencia emocional; aprende y práctica, no hay excusas.

 

 

 

Natalia Callejas Aquino

Socia en Aguilar Castillo Love

4 años

Excelente aporte Claudia. Discutía también con otras mujeres que esta misma presión está no sólo para quiénes están cuidando de niños sino también para quienes tienen adultos mayores en casa, en donde los retos son quizás diferentes pero las exigencias siguen siendo altas.

René de la Vega

Estrategia, capacitación y gestión del talento humano.

4 años

Es una situación muy particular para la cual la sociedad no estaba preparada menos las empresas, aún aquellas que ya contaban con una plataforma para realizar el teletrabajo. Como bien dices, debe existir un reajuste de prioridades, procesos y costumbres, e incluso, de las objetivos inmediatos para apoyar tanto al trabajador como con la tarea en sí. Un desafío mutuo que es factible de lograr con mucha colaboración. Claudia Rosales Modenessi

Maria de los A. Molina

General Manager - GBM Corp. Technology & Cloud Platforms

4 años

Lo comparto amiga

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas