Banesto "revival"

La detención de Mario Conde hoy mismo ha provocado que muchas personas hagamos un revival de aquel caso de la intervención de Banesto en el año 1993.

Recuerdo perfectamente la intervención de Banesto el 28 de diciembre de 1993 (¡hace ya más de 22 años!). Y me acuerdo que, estando en aquellas fechas estudiando el MBA, nuestro profesor de Dirección Financiera, mi amigo Tomás Garicano, nos pidió a algunos alumnos que preparásemos, con la información disponible en aquel momento, el caso para presentarlo en clase defendiendo dos posturas. Unos, la del Banco de España a favor de la intervención y, otros, yo incluido, defendiendo la postura de Mario Conde sobre el hecho de que la intervencion no era necesaria, siempre mirado desde el punto de vista financiero.

Desde aquel momento me interesaron profundamente los estados financieros de Banesto (ya siento tener estas aficiones...) y durante muchos años los utilice en mis clases de Análisis Financiero. Bien es cierto que la crisis financiera de los últimos ocho años dejó el caso de Banesto en un mero juego de niños comparado con las cifras que proveían casos como el de Caja Castilla La Mancha, la CAM o, en el cúlmen de manipulación de los estados financieros, Bankia.

Para aquellos que no conocen el caso de Banesto 1993, comentar que en el año 1992 Banesto presento una cuenta de resultados con un beneficio de, aproximadamente, 120 millones de euros. Un año más tarde, con una ampliación de capital por en medio de casi 800 millones de euros suscrita,entre otros por JP Morgan, y tras la intervención del Banco de España, la cuenta de resultados presentaba una pérdidas de unos 3.600 millones de euros, que superaban el importe de los fondos propios del banco en aquel entonces. Es decir quiebra técnica.

Era evidente que en un año no se había deteriorado la situación de tal forma. Pero también era evidente que las cuentas de 1992 no reflejaban la realidad (¡¡qué nos van a contar ahora de un hecho como éste, tras todo lo que hemos vivido en estos años!!) y que el deterioro de la cartera crediticia o de la inversiones industriales de Banesto no estaba reflejado. Ahora sabemos que esta práctica, la de no reflejar la realidad a sabiendas, que fue utilizada en Banesto, fue el mal ejemplo que utilizaron numerosos directivos de cajas intervenidas o a punto de serlo en la última crisis. Vamos, que Banesto creo escuela.

Pero a ello también se unían aquellas prácticas, que fueron dadas por probadas por el Tribunal Supremo, de los años anteriores a la intervención en la que parte de los directivos hacían negocio propio a cuenta de Banesto, es decir de sus accionistas, vendiendo activos al propio banco a un precio muy superior al de mercado y que provocaba, en definitiva, el deterioro de los recursos de la entidad de manera fraudulenta.

Parece ser que parte de ese dinero es el que Mario Conde, que en su día lo había dejado a buen recaudo en el extranjero, estaba repatriando a España desde hace años. 22 años más tarde aquel dinero vuelve. ¿Tendremos que esperar hasta el 2032 para ver el dinero evaporado de Bankia, de la CAM o de Caja Castilla la Mancha? Esperemos que no.