Big Data y Open Data ¿Qué son y por qué importan?

Ambos tipos de datos pueden transformar el mundo, pero cuando el gobierno convierte Big Data en open data es especialmente poderoso.

Big Data y Open Data están estrechamente relacionados, pero no son los mismos. El Open Data atrae una perspectiva que puede convertir al Big Data más útil y más democrático.

Mientras que el Big Data se define por el tamaño, el Open Data se define por su uso. El Big Data es el término utilizado para describir conjuntos de datos muy grandes, complejos y que cambian rápidamente. Pero esos juicios son subjetivos y dependen de la tecnología: el Big Data puede no parecer tan grande, por el el análisis de datos y la tecnología.

Open Data son datos públicos accesibles que personas, empresas y organizaciones pueden usar para lanzar nuevos emprendimientos, analizar patrones y tendencias, tomar decisiones basadas en datos y resolver problemas complejos. Todas las definiciones de datos abiertos incluyen dos características básicas: los datos deben estar públicamente disponibles para que cualquiera los utilice y deben estar organizados de una manera que permita su reutilización. Los datos abiertos también deben ser relativamente fáciles de usar. Los datos abiertos deben estar disponibles de forma gratuita o a un costo mínimo.

La relación entre el Big Data y el Open Data

Open data no tiene que ser una base de datos enorme: Cantidades modestas de datos, pueden tener un gran impacto cuando se hacen públicos. Los datos de los gobiernos locales, por ejemplo, pueden ayudar a los ciudadanos a participar en el presupuesto local, elegir la atención médica, analizar la calidad de los servicios locales o crear aplicaciones que ayuden a las personas a navegar por el transporte público.

El Open Data no tiene que venir solo de las administraciones públicas, cada vez más científicos están compartiendo sus investigaciones en astronomía, genómica y otras áreas en un nuevo modelo de investigación colaborativo. Otros investigadores están utilizando datos importantes recopilados en medios sociales, la mayoría de los cuales están abiertos al público, para analizar la opinión pública y las tendencias del mercado.

Pero cuando el gobierno convierte el Big Data en Open Data, es especialmente poderoso: las agencias gubernamentales tienen la capacidad y los fondos para recopilar grandes cantidades de datos, y la apertura de esos conjuntos de datos puede tener grandes beneficios económicos.

Paradójicamente, la apertura de datos sensibles, de una manera específica y controlada, puede ser muy segura.

El problema ahora no es sólo que las administraciones públicas y algunas empresas estén recolectando datos personales sobre todos nosotros; También es que nosotros, como individuos, no sabemos qué se está recogiendo y no tenemos acceso a la información sobre nosotros mismos. Si supiéramos más, podríamos controlar más. La iniciativa my data del gobierno del Reino Unido, que ha animado a las empresas a compartir los registros de clientes con los propios clientes, es parte de la solución. Programas estadounidenses similares, como el botón azul para los registros de salud y el botón verde para los datos de uso de energía, también están teniendo un efecto positivo.

Tanto el Big Data como el Open Data pueden transformar una empresa, un gobierno y la sociedad, y una combinación de los dos son especialmente potentes. Los grandes datos nos dan un poder sin precedentes para entender, analizar y, en última instancia, cambiar el mundo en que vivimos.

Open Data garantiza que el poder se comparta y que el mundo que cambiamos se convierta en un mundo más justo y democrático.

Izaskun Larrea

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