Bizarrap y la fuente de la eterna viralidad
Autor: Juan Asensio, Redactor en GameTV
Tan solo tenemos que repasar por encima la historia del hip hop —y, en general, de la mal llamada "música urbana"— para darnos cuenta de la invisibilización que siempre ha sufrido la figura del productor. Para encontrar excepciones a esta regla, tenemos que recurrir a nombres como Dr. Dre o Kanye West. Ambos artistas no solo tienen en común un talento musical bastante por encima de la media, sino, también, el hecho de que han sabido cómo edificar en torno a su obra una marca sólida, personal y fácilmente exportable.
Si pensamos en ejemplos similares en el mercado hispano, lo más probable es que el primer productor que se nos venga a la cabeza sea Bizarrap. Y es que, fuera de debates musicales, el argentino es indiscutiblemente el beatmaker que mejor ha sabido atraer el foco mediático. Todos y cada uno de sus lanzamientos se viralizan, copan los primeros puestos en las listas internacionales y, lo más importante de todo, se convierten en un acontecimiento social, en una especie de celebración colectiva de la música.
Sería fácil pensar que, al tratarse de un productor, la fiebre por sus Music Sessions deriva de sus colaboradores. Y si bien es cierto que estos le sirven para hacer llegar su música a nuevos oyentes —intercalando figuras consagradas con artistas emergentes—, aquí lo realmente clave es que las canciones salen bajo el paraguas de la marca Bizarrap, como si el beatmaker fuera un sello de calidad.
Más allá de su indudable olfato para los hits, Bizarrap es experto en generar hype y en construir narrativas virales alrededor de sus temas. El argentino ha comprendido a la perfección que, en esta era de la industria musical, no sirve de nada tener una buena canción si esta no se comunica bien a la audiencia a través de líneas argumentales orgánicas y coherentes.
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Este productor es uno de los ejemplos más interesantes de "viralidad planificada" de los últimos años. Mientras las mejores empresas se pelean con los algoritmos para encontrar la fórmula perfecta con la que llevar su publicación al mayor público posible, casos como el de Bizarrap demuestran que una estrategia propia que enganche a las personas —y no a las máquinas— es la mejor manera de generar una viralidad genuina y que no dé la impresión de estar formulada o guionizada.
El caso de Bizarrap es de lo más particular, ya que el productor ha encontrado en el misterio su mejor herramienta. Nadie sabe qué está cocinando, cuál será su próximo movimiento, ni quién será su siguiente invitado. Esta es, seguramente, su estrategia de marketing más brillante y la que mejores resultados le ofrece. A todos nos gusta que nos sorprendan y el productor sabe cómo hacerlo mejor que nadie.
Teniendo todo esto en cuenta, podemos ver que en el universo Bizarrap no solo importa el qué, sino también, y principalmente, el cómo. Y es en este cómo, en esta meticulosa y personalísima forma de construir una identidad de marca, donde reside gran parte de su éxito. El argentino parece haber conseguido encontrar la fuente de la viralidad, la piedra filosofal de nuestros días, y por ahora parece inagotable.