Bushido: Séptima virtud: El deber de la lealtad. Para un samurái, haber dicho o hecho algo, significa que ese algo le pertenece.

“El Bushido no nos exige hacer a nuestra conciencia esclava de cualquier señor o rey. Un hombre que sacrifica su propia conciencia a la voluntad caprichosa o al carácter extravagante de un soberano, se le adjudicaba un lugar inferior en la valoración de los preceptos”, cita Inazo Nitobe en el capítulo dedicado al deber de la lealtad.

La primera reflexión: el deber de lealtad es con un mismo. En finanzas, la simbiosis entre estimaciones, realidad, objetivos, intereses comerciales, rentabilidad… ponen al financiero en el centro del vórtice, y los conflictos de intereses planean constantemente, debiendo construir un equilibrio adecuado. Y aquí, es donde debemos mantener la templanza y apoyarnos sobre nuestro deber de lealtad. Pero ¿lealtad a quién?... lealtad a nuestro cometido y a nuestra opinión y visión de la situación.

No se trata de ser inflexibles, sino que bebiendo de las distintas percepciones seamos capaces de dar una visión clara y ajustada, siendo fieles a nuestra interpretación.

“Las palabras de un samurái son como sus huellas, por ello debe tener cuidado con el camino que sigue.” escribe Inazo Nitobe. Pues sí: nuestra interpretación debe ser responsable y rigurosa, porque a pesar de debernos a nuestra conciencia, nos debemos al objetivo común de garantizar la supervivencia del negocio, y a ofrecer nuestra capacidad y conocimiento en la toma de decisiones.

Hasta aquí, las siete virtudes del samurái en el mundo de las finanzas y mis reflexiones desarrolladas a lo largo de siete entregas, de cómo la templanza y la serenidad pueden contribuir diferencialmente en el mundo de la gestión financiera y todo su entorno, apalancándome sobre un libro (Bushido, 1905), ¡¡escrito hace más de 115 años!! y tomando un código de principios no escrito ancestral que los guerreros samuráis acataban.

Agradezco a la persona que dejó caer el libro en mis manos, es y será siempre especial para mí. Y agradezco a todos aquellos que habéis seguido y leído los artículos, y a todos aquellos que me habéis hecho llegar vuestras opiniones y comentarios. Gracias.

Espero que al menos os hayan entretenido, y como dije en el primero, si no os ha aportado una brizna de disrupción en la concepción del mundo actual, al menos habrá servido para saciar vuestra curiosidad sobre el Bushido (el camino que los nobles guerreros debían seguir).