Busquemos la ambidestreza
Se le denomina ambidextra o ambidiestra a una persona que es capaz de usar con la misma habilidad la mano izquierda y la derecha, o el pie izquierdo y el derecho. Normalmente, cuando encontramos a una persona ambidextra solemos sorprendernos. ¿Será admiración hacia dicha persona? ¿Será simplemente porque no es muy habitual y resulta curioso? Tengo que reconocer que no sé por qué pasa esto, pero no puedo evitar que me suceda lo mismo cuando oigo hablar de una empresa ambidiestra.
La ambidestreza es un fenómeno parecido a lo que hemos comentado al inicio del párrafo anterior, pero que en este caso ocurre en el ámbito de la empresa. Hace referencia a aquellas organizaciones que son capaces de realizar con éxito dos funciones fundamentales. La explotación y la exploración.
Explotación:
Las actividades de explotación normalmente están relacionadas con el funcionamiento principal de la empresa y consisten básicamente en llevar a cabo las actividades del día a día. Dentro de este brazo podemos encontrar funciones muy diversas como las operaciones, finanzas, servicio al cliente, vetas, etc.
La motivación principal de la explotación es la productividad, la eficacia y los resultados. También es la fuente principal de ingresos de la empresa. Son con estas actividades, con las que la empresa sobrevive.
Exploración:
En el otro brazo de la organización podemos encontrarnos las actividades de exploración. Aquí se trata de innovar de una forma más disruptiva. Es donde se buscan nuevos modelos de negocio o mercados que le pueden interesar a la empresa.
En la exploración, los objetivos y metas que se persiguen son menos tangibles. Están más vinculados con la misión y visión de la organización y, por supuesto, los resultados esperados son a medio y largo plazo.
Las organizaciones ambidiestras son aquellas que son capaces de gestionar estos dos brazos correctamente y con éxito. No es tarea fácil puesto que ambos requieren de atención y recursos, y como sabemos, estos son limitados.
La gran mayoría de empresas deben intentar ser ambidiestras, pero resulta realmente complicado cuando muchas veces ni siquiera uno de los dos brazos está funcionando correctamente. A menudo podemos pensar: ¿si no soy capaz de sobrevivir con tan solo la actividad de explotación como voy a utilizar recursos en exploración? Esto puede convertirse en una verdadera paradoja ya que lo que garantiza la prosperidad del negocio a largo plazo muchas veces es la exploración. Pero claro, si no se consiguen recursos suficientes no se puede llevar a cabo.
Pues bien, en este caso, yo diría que la respuesta es sencilla pero la solución es complicada. Lo primero es centrarse en la supervivencia del negocio. Lo normal es que si pones el foco en la explotación, descubras cosas que se pueden hacer mucho mejor. Si las descubres y las mejoras, lo más probable es que el negocio empiece a generar dichos recursos que le permitan sobrevivir. Es entonces cuando hay que apostar muy fuertemente por la exploración. Se que esta explicación es sencilla, pero a grosso modo, creo que se puede entender a lo que me refiero.
Una vez entendidos estos dos conceptos que tenemos que tener presentas a la hora de pensar en nuestra empresa, hay que prestar a atención a como queremos que estos se materialice en nuestra organización. Principalmente, hay dos formas de hacerlo:
La primera de ellas cosiste en crear una estructura aparte, encargada de explorar e investigar estos negocios futuros. Esta estructura tendrá sus propios procesos e incluso cultura, pero estará integrada en la organización principal a través de una estrecha coordinación con la alta dirección, como es el caso de Amazon.
Por el otro lado, tenemos una técnica mucho mas integrada que consiste en no separar la actividad de exploración y explotación, sino que son las mismas personas las que realizan ambas tareas dividiéndose el tiempo de trabajo y formando una estructura operativa dual, como es el caso de Google o 3M.
Por último, aprovecho el final del texto para recalcar la importancia de las personas en la organización. Lo importante que es tener una cultura bien integrada y coherente con el propósito de la empresa. Sin ella, todos los trabajos, ya sean de exploración o explotación, resultarán insuficientes para mantener o llevar a tu organización en la dirección correcta.