Células madre: Una alternativa real en la lucha contra el COVID-19

Por: Carlos Hugo Escobar, director científico TRUSTEM.

La enfermedad causada por SARs-CoV2, conocida como COVID-19, es consecuencia de una reacción inflamatoria intensa y sostenida que se desarrolla en algunas personas únicamente. Un porcentaje de estas, llega a una condición conocida como “tormenta de citoquinas”, la cual ocasiona daño en diferentes órganos, secuelas permanentes o incluso la muerte.

Desde el punto de vista teórico, las herramientas terapéuticas que controlen esta respuesta inflamatoria podrían ser una alternativa eficaz, sin embargo, solo algunas como las células madre humanas, han logrado confirmar esta hipótesis en la práctica.

El uso de estas como herramienta terapéutica ha roto con varios paradigmas que estructuran el quehacer de las disciplinas de las ciencias de la salud, por lo cual aún existe un grupo de médicos y científicos que dudan de su potencial, a pesar de los resultados alentadores que se reportan alrededor del mundo.

Aun así, es cada vez más numeroso el grupo de profesionales que ven en el uso de las células madre humanas una alternativa terapéutica segura, confiable y eficaz; eso sí, siempre y cuando estas sean producidas y manipuladas bajo condiciones adecuadas.

Desde su descripción inicial en la década de los 70’s, se supuso que las células madre, gracias a su potencial de proliferación y diferenciación, tendrían la capacidad de sustituir células perdidas por diferentes enfermedades como el infarto agudo de miocardio o las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Los resultados de las pruebas clínicas implementadas a la fecha, sustentan el potencial terapéutico de estas para el manejo de diferentes enfermedades, no obstante, hoy también es claro que una de las capacidades terapéuticas más importantes de estas células, está en su potencial de inmunomodulación y regulación de la respuesta inflamatoria en el sistema respiratorio.

Es cada vez más abundante y contundente la información que soporta la pertinencia y conveniencia de las células madre como herramienta terapéutica para el manejo de las formas graves del COVID-19. De hecho, agencias regulatorias alrededor del mundo, incluyendo, por supuesto, la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) de EEUU, han otorgado luz verde al desarrollo de pruebas clínicas para la evaluación de las células madre para el manejo de la enfermedad causada por este coronavirus, además de otras que afectan de manera contundente la calidad de vida de un numeroso grupo de personas.

En TRUSTEM nos hemos focalizado en desarrollar condiciones y protocolos idóneos para la producción y manipulación de células madre humanas aptas para ser usadas como alternativa terapéutica.

No cabe duda de que la disponibilidad de la vacuna es una alentadora noticia para todos, sin embargo, también es claro que el alto poder mutacional del virus nos obliga a seguir en la búsqueda de alternativas terapéuticas, de manera que podamos ayudar a quienes se contagien por variantes no cubiertas por la vacuna o quienes no la hayan recibido.

Nuestro reto seguirá siendo dar viabilidad a las pruebas clínicas, además de aportar lo que en nuestras manos esté, para ayudar a los entes regulatorios en la promulgación de un marco regulatorio que establezca las condiciones bajo las cuales pueden desarrollarse nuevas y mejores alternativas de terapia médica avanzada, especialmente lo referente al uso de células madre.

Por ahora, países como Colombia, Chile y México, los más avanzados en estudios del uso de células madre humanas, continuarán trabajando para que cuando llegue el momento, esta sea una alternativa real para los pacientes.

Igualmente, TRUSTEM seguirá enfocado en impactar positivamente la calidad de vida de los pacientes. Este trabajo de la mano de más de 30 instituciones de la salud en Colombia, México, Estados Unidos y el Caribe que han confiado en la terapia médica avanzada para el tratamiento de enfermedades como la diabetes, la artrosis, EPOC y distintas afecciones autoinmunes.

Todo con el objetivo de consolidar la terapia génica, la ingeniería de tejidos y la terapia celular como herramientas accesibles, seguras y eficaces.