Còmo la polìtica de la guerra comercial internacional destruye las Empresas de la iniciativa privada en Mèxico.
¿“El perro de fuego” de Nietzsche ha sido domesticado?
“El perro de fuego” triunfó en Hong Kong logrando detener los abusos del Estado a los trabajadores, quienes mostraron al mundo una manera notablemente admirable de orden cívico y lealtad recíproca, protegiéndose tanto a sí mismos como a sus inspirados descendientes con sus valientes y eficientemente organizados actos de rebelión…
“El perro de fuego” triunfó en Francia logrando detener los abusos del Estado a los trabajadores, ultrajes de orden cívico que se presentaron en forma de pensiones insuficientes, energéticos sobrevaluados y eternas condonaciones de impuestos a los estratos más acaudalados de la población…
“El perro de fuego”, ha triunfado una y otra vez a lo largo de las generaciones documentadas por la historia moderna, desde las reformas populares de los pobres en la Roma Republicana, pasando por las Revoluciones europeas, americanas, asiáticas y africanas, ha hecho acto de presencia para reclamar lo que por fuerza le pertenece, haciendo así gala de la más pura de las justicias, consiguiendo con su incansable ardor colocar el forzado equilibrio entre la moral del señor y la moral del esclavo…
Empero, las armas de los amos han sido mejoradas (y pagadas) por los eternos súbditos…
Hoy, para intentar domesticar con la moral de los amos a los esclavos, han sido forjadas armas biológicas con el fin claro de separar con cuarentenas a los pobres que conforman el cuerpo y las fauces del “perro de fuego”…
“El perro de fuego” está siendo domesticado… ¡le han intentado destruir su principal fortaleza: la ética de la unión familiar (sanguínea o no) transformándolo así en un simple rebaño obediente a las normas morales de los señores; eternos aspirantes al dominio imperialista del mundo!
¡Permitir la domesticación del “perro de fuego” valiente corporación social que cometió notables desmembramientos de cabezas, y quien dio su apoyo popular a Napoleón, es una falta terrible de nuestra sociedad actual que nuestros descendientes nos reprocharan por siempre!
Empero, a quienes aspiran a la domesticación del “perro de fuego” parece que se les escapa una verdad psicológica básica, y que resulta ser precisamente la inspiración esencial que Nietzsche utilizó para tal calificativo: la pobreza y las privaciones no mejoran el carácter del hombre, sino que lo hacen más egoísta, menos sensible a los sufrimientos de los demás y, así pues, inclinado a actuar de modo perverso.