Cómo actúan los depredadores y parasitos de las plagas
En un intento de reducir los desequilibrios que en ocasiones ocasionan los tratamientos químicos (en los suelos, en los ecosistemas, etc) o por las restricciones legislativas en el uso de determinados productos en el control de plagas, se están aplicando otros métodos alternativos. Se utilizan otros insectos, enemigos naturales de las plagas, que actúan como depredadores o parásitos. Algunos estudios han evaluado los beneficios obtenidos por cada euro invertido en control biológico. En el caso de frutales se han calculado hasta 25 € de beneficio por euro invertido, frente a los 3 € de beneficio por euro invertido en estrategias no biológicas (Tisdell, C.A, 1990. Economic impact of biological control of weeds and insects)
El uso de depredadores y parasitoides brinda un control efectivo contra las plagas cuando se usa oportunamente. Para ello hay que tener un buen conocimiento del organismo de control biológico, de la plaga y de otros factores, como la densidad entre el depredador/parasitoide y la plaga, el estadío biológico de la plaga, las condiciones climatológicas, etc. Para incrementar la efectividad de estos mecanismos de control es importante acertar en la buena sincronización entre el organismo de control biológico y la plaga. En la mayoría de los casos la falta de presa limitaría el éxito de la acción de control. Porque el éxito del control de la plaga, dependerá de la cantidad y naturaleza de la fuente de alimento disponible.
Para utilizar estos métodos alternativos de control de plagas hay que tener en consideración las plagas a las que el organismo ataca, las características propias de su régimen alimenticio (su fase depredadora), las preferencias alimenticias de las distintas fases, o cómo se realiza el mecanismo de parasitismo. Los modelos matemáticos de desarrollo y predicción de la plaga son de gran ayuda en la la aplicación de estos sistemas de control biológico de plagas, pues permiten determinar con bastante precisión el cuándo y el cómo hacer las sueltas de los enemigos naturales.
DEPREDADORES
Los insectos depredadores pueden actuar como tales en todas sus fases de desarrollo. Pero cada especie depredadora tiene una peculiaridad en su acción. La crisopa (Chrysopidae sp.) es un conocido enemigo natural de los pulgones. Pero en realidad es la larva de la crisopa la que es una experta devoradora de pulgones, a los cuales extrae todo su líquido con sus grandes fauces. Un caso parecido es el de Aphidoletes aphidimyza, otra larva depredadora que actúa de una manera similar a la anterior pero que, para inmovilizar al pulgón le inyecta una saliva tóxica y extraer así los líquidos del pulgón. En cambio, las larvas de Feltiella acarisuga son depredadoras de todos los estados de araña roja.
Aphidoletes aphidimyza
En otros casos, no son las larvas, sino fases posteriores de su desarrollo biológico las que actúan como depredadores. Macrolophus caliginosus, es una chinche cuyas formas adulta y de ninfa se alimentan de todos los estadíos de mosca blanca,
De manera genérica se puede decir que los depredadores son capaces de alimentarse de todos los estados biológicos de sus presas, desde los huevos hasta los adultos. Pero nuevamente los insectos tienen sus preferencias y sus mecanismos de alimentación. Por ejemplo Amblyseius swirskii se alimenta preferiblemente de huevos y ninfas jóvenes de mosca blanca y larvas de trips. También es el caso de Ablyseisus cucumeris, que se alimenta principalmente de huevos eclosionados y larvas de primer estadío de trips. En cambio, el ácaro Amblyseius (Neoseiulus) californicus actúa sobre todos los estados de araña roja.
Adulto deAmblyseius swirskii almentándose de una larva de trip
Existen ciertos depredadores, como Phitoseiulus persimilis, que es un depredador exclusivo del género Tetranychus (arañas rojas), y cuyas larvas, que permanecen inactivas, sin capacidad de depredación Cuando el ácaro depredador, adulto o ninfa, encuentra la presa, succiona el contenido fluido de su cuerpo Phitoseiulus persimilis depreda huevos y estados inmaduros. Los ácaros adultos devoran todos los estadíos de la araña roja.
Hay insectos depredadores oligófagos (depredadores de varios géneros y especies de una misma familia), monófagos (sólo se alimentan de un sólo género) o polífagos (se alimentan de especies distintas). Orius laevigatus, es un depredador polífago. Y consume tanto larvas como adultos. Otro depredador polífago es Coenosia attenuata, (mosca asesina, mosca tigre) un depredador natural, no comercializado porque es muy difícil de criar, que en estado larvario se desarrolla en el suelo y se alimenta principalmente de larvas de esciáridos, y otras lombrices del suelo. Que como adulto se alimenta de gran variedad de plagas, como la mosca blanca (cuyos adultos captura incluso al vuelo), minadores y moscas drosophilas.
Coenosia attenuata
O el caso de Nesiddiocoris tenis, que es un depredador fundamental en el cultivo del tomate puesto que contribuye al control de mosca blanca, y polilla del tomate, además de alimentarse de trips, ácaros, pulgones y huevos de lepidópteros. En cambio, Phythoseiulus persimilis, es depredador exclusivo de arañas del género Tetranychus, a las que, eso si, devora en todos sus estadios.
Nesiddiocoris tenis control biológico de la Tuta absoluta
Tras lo explicado, es evidente que cuanta mayor sea la versatilidad del depredador, tanto por el tipo de insectos de los que se alimenta, por su fase depredadora, como por su dieta, mayor será la posibilidad la eficacia del insecto y mayor el control de la plaga. Así sucede por ejemplo con Cryptolaemus montrouzieri, que es el enemigo natural más utilizado contra la cochinilla algodonosa. En su caso, tanto las formas adultas como las larvas son depredadoras de todos los estadios de cochinilla. Es el caso también de Orius laevigatus, cuyas formas adultas, larvas y ninfas actúan, a su vez, sobre larvas y adultos de trips. O el de las mariquitas de 7 y 2 puntos (Coccinella septempunctata y Adalia bipunctata respectivamente), que actúan como depredadores de pulgones siendo larva o adulto. De ahí su éxito en el control biológico de plagas.
Coccinella septempunctata alimentándose de un áfido
PARASITOIDES
Los parasitoides actúan como tales durante sus estadíos inmaduros, generalmente en su fase de larva. La hembra del insecto parásito pone un huevo dentro del cuerpo del insecto parasitado. La larva que nace se va alimentando de aquellas partes del organismo menos vitales para evitar la muerte temprana del insecto parasitado. Cuando el parasitoide ha alcanzado una fase madura, empupa, y al final de esta fase abandona el cuerpo del insecto, ya muerto, para a su vez dirigirse a buscar otros insectos sobre los que depositar sus huevos e iniciar un nuevo ciclo de parasitismo. Las hembras de Encarsia formosa depositan sus huevos dentro del cuerpo de una ninfa de tercer estadio de la mosca blanca y se inicia el parasitismo. Pero el mecanismo en que se inicia el parasitismo no es siempre el mismo. La hembra de Aphidius colemani detecta a larga distancia una colonia de pulgones, se acerca y palpa a los pulgones con sus antenas, pone el huevo en uno de ellos y cuando éste eclosiona, la larva que emerge se alimenta dentro del hospedante. En otros casos el insecto parasitoide no elige un adulto para poner el huevo sino una larva. Cuando la avispilla Diglyphus isaea encuentra una larva de minador en el interior de una galería, la paraliza, y a continuación realiza una puesta junto a la larva, de forma que cuando eclosione su huevo, su larva pueda alimentarse nada más nacer. Trichogramma evanescens es una avispa que no parasita larvas o adultos, sino huevos de lepidópteros. Incluso puede suceder que no sea la hembra adulta la que inicia la acción como parásito, sino las larvas. Tal es el caso de la larva de primer estadio de Eretmocerus mundus, que es la que se introduce en el interior de la larva de mosca blanca (Bemisia tabaci).
Aphidius colemani
Determinar cuál es el depredador o parásito a utilizar para controlar una plaga específica requiere una gran cantidad de conocimientos e información que facilite el éxito del tratamiento. Es fundamental determinar el momento de la suelta y su dosis, de acuerdo a las condiciones climatológicas adecuadas, así como el ciclo de la plaga y del enemigo natural. Al calcular los momentos de desarrollo biológico de 179 plagas FuturCrop es el software que indica el momento de mayor vulnerabilidad de cada plaga específica, para su tratamiento químico y biológico.
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