¿Cómo ayuda un director independiente dentro de una empresa familiar?

Un “directivo independiente” es un director o profesional que no forma parte de la familia a quien pertenece el negocio. Suelen ser personas con mucha experiencia en la gestión eficiente del #capital, por lo que están altamente orientados a cumplir #objetivos.

Un "directivo independiente" es un director o profesional que no forma parte de la familia a quien pertenece el negocio. Suelen ser personas con mucha experiencia en la gestión eficiente del capital, por lo que están altamente orientados a cumplir objetivos.

Hoy en día, este proceso de incorporar terceros a una empresa se reconoce como “corporativizar”.

En las empresas familiares, comúnmente quienes dirigen y se encargan del manejo de los recursos, son los miembros de la misma familia dueña del negocio.

En este segundo escenario, muchas veces la #visión estratégica del negocio se ve comprometida ya que termina incluyendo el propósito de dar continuidad a la empresa a favor de las siguientes generaciones de la familia.

El desafío principal de un #directorio conformado por familiares es lograr equilibrar estos dos sistemas -familia y negocio- cuando claramente tienen fines distintos.

Otros retos que debe enfrentar un director familiar, serían:

• Diferenciar el rol familiar del laboral: si el hijo es jefe del padre, realmente ¿quién manda?
• Confusiones en la contabilidad: ¿por qué no puedo incluir mis gastos personales como gastos de la empresa, si es mía?
• Rivalidad entre miembros de la familia: desvía el foco en las discusiones estratégicas.
• El exceso de apego al negocio: las emociones pueden dificultar la toma de decisiones, especialmente cuando sea pertinente evaluar el cierre de la empresa.
• Dificultades para integrar no familiares a la estructura directiva: aunque un director independiente pueda ayudar al crecimiento de la empresa, el mantener el círculo familiar puede hacer que la integración sea más especialmente difícil.

En todos estos casos, la solución más eficaz es la cesión de parte de la gestión a un equipo directivo profesional -no familiar- de confianza, con formación y experiencia para que ayude a la familia en el proceso del crecimiento empresarial y en generar mayor valor para el negocio.