Cómo calmar tu miedo escénico y manejar los nervios en una presentación
Acaban de presentarte y la sala quedó en silencio.
Tu estómago está revuelto, tus palmas están sudorosas y tu mente se ha quedado en blanco.
¿Estás condenado a la parálisis, o puedes superar ese nerviosismo y hacer una presentación que sorprenda a la audiencia? (O al menos los deje satisfechos).
Si eres como la mayoría de las personas, hablar en público o hacer una presentación es uno de sus principales temores y esto se conoce como “glosofobia”.
Sin embargo, en nuestras organizaciones, a menudo debemos pasar por esto. Puede que no sea para una audiencia de cientos, pero dar presentaciones al personal o incluso a los miembros del equipo es algo bastante común.
Por eso es necesario desarrollar algunas estrategias y técnicas para controlar tus nervios y poder concentrarte en ofrecer una presentación efectiva y atractiva.
Ten en cuenta que no siempre puedes obviar tu nerviosismo, y esto se debe a que presentar no es una actividad natural, y que incluso a los presentadores más experimentados los pone un poco nerviosos.
El punto es usar esa energía nerviosa a tu favor.
Cuando estás en este estado elevado por la adrenalina, puedes usar esa energía para comunicarte de manera entusiasta, convincente y apasionada.
La clave es disminuir el nivel de nerviosismo para que puedas usar tu energía en estas actividades positivas, y no en tratar de controlar tus nervios.