¿Cómo comenzar a priorizar el bienestar de tus finanzas personales?

Cuando hablamos de finanzas personales entramos en un campo que, bien o mal, nos toca directa o indirectamente; no sólo como individuos sino como sociedad.

Usualmente escuchamos ejemplos por la línea de "si nos ahorráramos el dinero que nos gastamos en X cosa, al cabo de dos años podríamos comprar un Ferrari", pero ese no es el enfoque que quiero darle a este artículo, ya que todos somos muy buenos financieros cuando se trata de las finanzas del otro.

Cuando hablamos de finanzas personales hablamos de la correcta gestión de los recursos, tanto monetarios como no monetarios. Para el caso práctico hablaremos de los recursos tangibles, el dinero, el cash, money, la platica que tanto nos cuesta conseguir, pero que a veces creemos que sale fácilmente de nuestros bolsillos...

Las finanzas personales son un proceso, no un fin. Es más un estilo de vida que se inicia con un análisis completo del status quo de la persona: cómo es su actualidad, cuál es su realidad económica del día que hace su presupuesto o programación de ingresos y gastos. Aquí no se vale criticarnos por las buenas o malas decisiones del pasado, porque este simplemente ya pasó, es momento de dar cara a la situación que hoy tenemos.

Luego del punto anterior nos enfocaremos en nuestra o nuestras fuentes de ingresos, no solo el monto sino en la periodicidad y la calidad del ingreso. Esto último significa: qué tan confiable es el ingreso que recibes, si te pagan al tiempo correcto, en el monto acordado, entre otros.

Entrando en materia y ya con los ingresos identificados, seguimos con los costos y los gastos, la diferencia radica en que los costos son necesarios para vivir, ítems tipo arriendo, servicios, comida y demás. Los gastos son aquellos ítems relacionados con los gustos y estilo de vida, no son necesarios para vivir pero tienen relación con la auto realización de la persona: salidas, viajes, entre otros.

Cuando se hace el presupuesto se realiza teniendo en cuenta un año calendario. Ojo, no es necesario que se inicie si o si en enero, pero si se empieza, por ejemplo, en agosto, se realizará hasta julio del año entrante. ¿Esto por qué? porque la gran mayoría de los costos y gastos suceden en un año calendario. También aplica para los ingresos extras como prima de servicios, bonificaciones y demás.

Es a partir de ahora que empezamos con la fase 2 del plan, y es el análisis de los gastos y costos, validar que si sean acordes a nuestros ingresos y si estamos cómodos con lo que vemos. Si no lo estamos, tendremos que decidir qué haremos para lograr tranquilidad financiera de manera real, sin optimismos sin sentido y con ambos pies en la tierra.

Para terminar viene el CONTROL, de a poco iremos validando día a día como se comportan nuestros gastos comparado a lo presupuestado y tomar decisiones sobre la marcha, ya sea bajando gastos o permitiéndose gastar cuando vemos posibilidad de hacerlo.

De esta forma puedes comenzar un estilo de vida visto desde el bienestar financiero.